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Todos los criados de la casa Park, estaban ansiosos por el nacimiento, primeramente del primogénito de LuHan de Oh, porque estaba resultando todo un acontecimiento, había sido una espera por demás tranquila y dulce y decían que ese era un buen augurio para los bebés, así que cuando había llegado el ansiado momento, todos estaban tallando sus manos de manera ansiosa mientras esperaban a que la partera terminará sus trabajos, pero mientras todo eso estaba pasando, como el tiempo mismo yendo demasiado lento, solo escuchaban los gritos de LuHan, que demostraban todo el dolor que estaba experimentando en esos momentos y éste estaba maldiciendo a su suerte mientras le daba la mano a su esposo, esperando que terminará con eso rápidamente, pero la verdad era que llevaban mucho tiempo de lo esperado, más del necesario en realidad, así que claramente eran momentos de tensión, en especial cuando el médico y la partera, se habían mostrado preocupados por lo delgado y frágil que era el cuerpo de Luhan, porque habían dicho que ya era un milagro que fuese a tener un bebé tan saludable, contando su edad y todo lo que su cuerpo había estado experimentando, pero afortunadamente habían terminado escuchando el alarido de un bebé después de mucho tiempo de estar esperando y todos entonces terminaron abrazados y celebrando por el nacimiento del nuevo miembro de esa familia.

Oh Shin Han, era la primogénita del matrimonio de SeHun y LuHan y no solo era una niña delicada y preciosa, sino que había sacado ese cabello rubio de LuHan, ese gesto sereno de SeHun, era una niña que simbolizaba el amor de esos dos, tranquila y plena, parecía saber que había llegado a un buen hogar, era la viva copia de sus padres y sobre todo, de Luhan, con una piel tan blanca como la luna, todos decían que ese bebé era como un ángel, que solo le había faltado tener los ojos claros para parecer una fantasía, una hermosa niña, y LuHan la adoraba, la amaba tanto como se podía amar a un hijo, así que había terminado mostrando con orgullo a su esposo ese pequeño bulto cuando la partera la termino de limpiar, que solo estaba besando su cabeza.

Chanyeol creía que nunca había visto a SeHun tan feliz con eso, así que estaba dándole su felicitación y había hecho una gran fiesta en su honor, demasiado exagerado, demasiado ruido, aunque Sehun había pedido que fuera así, pero de todos modos, una celebración no se le negaba a nadie, y sobre todo cuando venía de Park Chanyeol, porque este no tuvo problemas en organizar una celebración que duró una semana, todo tenía que ser por la felicidad de un nuevo bebé y Baekhyun no estaba bebiendo porque su barriga estaba muy hinchada por su bebé, un bebé que le daba muchas náuseas y que lo agotaba más que Jun o Yul, pero quería pensar que era porque no era tan joven como antes, claramente no era la misma persona que había dado a luz hacía más de quince a años a un bebé llamado DongYul y no era el mismo que había dado a luz hacía casi cuatro a otro más, así que estaba tratando de tomárselo con calma.

Había una especie de dicha en todo eso que nadie podía ignorar y era que simplemente todo parecía ideal, parecía perfecto, la casa se estaba llenando de bebés, incluso ese mismo año, muchos criados habían dado a luz a sus hijos también y Baekhyun sentía que era una buena señal, una bruja le había dicho que eran buenos momentos para su familia "La dicha y la fortuna vendrán gratamente a la casa Park" dijo la mujer, leyendo su fortuna y aunque Baekhyun nunca había muy creyente de todo eso, creía que a esas alturas de la vida uno no se podía poner quisquilloso. Pues solo una semana después de esa celebración, Baekhyun había terminado dando a luz. Chanyeol estaba muy ansioso por todo eso, de verdad estaba preocupado de que las cosas no fueran a salir bien, así que había terminado sintiendo como una presión y un miedo nunca antes experimentado, porque no había estado presente en el nacimiento de sus dos primeros hijos y había escuchado a LuHan gritar, pero Baekhyun lo superaba, le había costado más trabajo debido a que no era tan joven y era su tercer bebé, era por demás complicado para él y Chanyeol no quería mirar, pero creía que debía compensar a su esposo por dejarlo solo antes y por eso le estaba dando la mano en un momento tan crudo como ese.

Crisantemo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora