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Por muchas cosas, Baekhyun podía notar los problemas de esa casa, Chanyeol no quería decirle nada, decía que todo debería dejárselo a él, que era su esposo y que era asunto de los hombres de familia, pero Baekhyun estaba comenzando a cansarse, a rodar los ojos de un lado a otro mientras lo miraba con molestia, ¿cómo podía decirle eso? Estaba comenzando a estresarse tanto, que tenía un sarpullido en los ante brazos por rascarse tanto, pero no podía ignorar el hecho de que esa casa cada vez se veía más deteriorada, sin el mantenimiento suficiente, los criados empezaron a no hacer prácticamente nada todo el día, y algunos, habían sido vendidos a otras cosas, así como había dejado de conseguir prendas preciosas y joyas, de hecho, en vez de aumentar, parecía que había cada vez menos. Incluso en las cenas, había menos variedad de alimentos, menos carne, menos dulces, y al preguntar qué pasaba a los criados, ellos decían que "Bueno, mi señor, hemos recibido menos dinero para las comidas de la familia", aún era evidente su abundancia, pero no la suficiente.

Baekhyun miraba la casa desde las escaleras principales mientras veía como unos criados empacaban sus cosas para irse, ni siquiera habían recibido buen dinero por ellos, pero Chanyeol estaba insistiendo en que todo seguía bien, era una pesadilla, no quería que cuando abriera y cerrará sus ojos, ya no hubiera nada ahí, volver a sentir frio o hambre, más cuando ya no era el único de quién debía preocuparse, y todo eso caía cuando miraba a su bebé, que estaba jugando con su viejo conejito de trapo, que él le había hecho en la casa de té, le gustaban más esos juguetes que los costosos de madera y Baekhyun solo suspiraba.

No estaba de buen humor.

-¿A dónde vas? Te dije que quería ir al pueblo a ver si el mercader había podido vender mi brazalete.- le dijo a LuHan, quién iba pasando con una bandeja con té, cosa que hizo que Baekhyun frunciera las cejas. –No he pedido el té.-

-No, me lo ha pedido el señor Park.- Baekhyun de nuevo hizo mala cara.

-¿El señor Park? ¿El padre de mi esposo?- LuHan asintió y Baekhyun solo lo dejo ir, no le pareció extraño, de todos modos, aunque LuHan era su criado personal, cada vez había menos personal, así que era evidente que en algún punto, tendría que servir a más personas, no le dio más importancia, menos cuando LuHan no parecía tener problemas con eso, no parecía tener problemas con servir a los suegros de Baekhyun, siempre decía que estaba muy agradecido de haber podido ir a esa casa y tener una gran habitación, LuHan era feliz con muy poco, porque había vivido así toda la vida, incluso solo recibiendo cartas de amor de SeHun, siempre decía que eso hacía de su historia algo mucho más romántico.

Baekhyun no lo entendía, pero suponía que mientras estuviera bien, con una cama donde dormir por las noches frías y comida decente al otro día, cualquiera podría serlo, pero después comenzó a ser demasiado, podría estar sirviendo a Baekhyun e iban a buscar a LuHan porque el padre de Yeol lo buscaba y no tenía más opción más que ir, porque de todos modos, era el cabecilla de la familia y podía ser la cosa más ridícula pero todo el tiempo lo estaba llamando y eso ya no le gustaba a Baekhyun, había aprendido mucho en esa vida como para no notar que algo estaba mal, algo picaba en sus brazos de nuevo.

No estaba alucinando, esa ya era una buena señal, porque solo podía ver a LuHan haciendo cosas que ni él entendía pero hacía, como quedándose al lado del padre de Yeol toda la tarde mientras veía que tarea ridícula se le ocurría para que siguiera ahí, era inaceptable, LuHan era su sirviente, era su amigo, si lo había puesto en un lugar como ese, era para mantenerlo seguro, no para exponerlo, así que ahora, cada que uno de los voceros, iba a buscarlo, Baekhyun lo detenía de inmediato.

-LuHan está cuidando de nuestro DongYul, dígale a su señor que hay muchos más criados que pueden servirle, que lo pasé por esta vez, si necesita de una recomendación, hay un criado llamado Jihoon, que hace las cosas de una manera excepcional, escucha y es educado.- decía en un tono lo suficientemente severo para que los voceros se sintieran intimidados, más porque Baekhyun los miraba desde su cama con una ceja enarcada, como si quisiera darles bien a entender lo que decía, su gesto frío, sereno, no eran nada de lo que recordaban, antes de que fuera echado, pero sus órdenes debían ser tan respetadas como las de su suegro, entonces se retiraban y Baekhyun lo miraba confundido, sentado en el suelo con DongYul, que jugaba con sus bloques y los arrojaba a todos lados solo para reírse solo.

Crisantemo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora