Crisantemo Rojo

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-De ninguna manera, no puede irse solo así, tiene una familia de la que te tiene que hacerse cargo, lo sabe ¿verdad? Nuestra vida corre tanto peligro como la suya, pero yendo a primera línea, ¿qué crees que va a pasar con usted? Y dejándonos solos, tampoco es que vaya a hacer mucha diferencia, si el destino tiene escrito o en sus planes, que todos muramos, entonces lo haremos, pero no lo haremos solos y cada uno en quién sabe que sitio- Yeol no podía seguir el ritmo de la voz de Baekhyun, porque estaba hablando con demasiada prisa, demasiado, así que solo estaba superando y tallando su rostro mientras trataba de buscar las palabras adecuadas para relajarlo, pero no las había, había sido llamado a servir al frente. -¿Qué es lo que va a hacer entonces?-

-No tengo un plan, no es que vaya por la vida con planes, no últimamente.- ChanYeol dejo sobre la mesa las cartas de Yoori y Jinwoo, donde en medio de un montón de cosas sin sentido, había terminado viendo que habían pasado buenos tiempos, era como una despedida real, no una momentánea como la que se suponía que había sido la de Yoori, entones Baekhyun solo había bufado con mucha molestia. –Esto es como si me desearan la muerte, ¿crees que he tenido cabeza para hacerme de planes ahora? No podría haber sido en un peor momento, con tantos enemigos...-

-¿Entonces que va a hacer, mi señor?-

-Creo que lo mejor por ahora, sería que te fueras con DongYul y tu madre a otro lado, tengo una casa a las afueras de la ciudad, son unos cinco días de viaje, pero a este paso, debe ser mucho más, quizás hasta lo doble...- Baekhyun se cruzó de brazos, molesto, no sabía que era peor, no tener un plan o que el único que tenían era pésimo, además de que solo veía el rostro de su esposo, sumamente preocupado, al lado de la llamar de papel que solo iluminaba la alcoba en la que estaban. –Lleva a mi padre contigo también, es muy mayor para poder pelear o defenderse, te asignare a los criados más fieles y sobrevive hasta el final, cuando termine la guerra, iré a buscarte.-

-No diga tonterías, mi señor, ¿se está escuchando? No puede ser- Baekhyun estaba tan asustado, eso era verdad y con todo lo que había pasado recientemente, no es que se sintiera mucho más seguro, así que se negaba a quedarse solo y peor aún, se negaba a que Yeol se fuer por su cuenta. –Por favor, sea razonable, mi señor, no puede dejarme con nuestro hijo, ¿qué se supone que haga? Solo tiene siete años, no tiene ni una década cumplida, no digo que no pueda cuidarlo o alimentario, pero veámoslo por otro lado, no podría defenderme y no hay que cegarnos con lo cruel de la guerra.- Chanyeol sabía a qué se refería y de solo pensarlo, sentía nauseas. –Alguien podría vernos solos, y entonces no solo sería a mí, mi señor, podrían tomar a su hija, Eun y a nuestro hijo, no conocemos del todo la bestialidad de los hombres-

-Basta- lo calló Yeol –No debemos apresurarnos, no sabemos cómo vaya a terminar esto, pero en definitiva no va a terminar con nosotros sufriendo los pesares de la guerra, somos una familia importante y si es necesario, le pediré al emperador que los cuide con a su familia, aunque eso cueste mi vida y toda mi lealtad-

-Pero, mi señor, ¿qué no soy claro? No quiero que se vaya—Baekhyun se aferró a la manga e su hanbok cuando lo vio con intenciones de ponerse de pie e irse, así que solo estaba asustado, iba a llorar, solo sentía que podría mostrarse débil ante su esposo. –Mi señor, he estado cerca de perderlo muchas veces, pero nunca por la muerte, nunca la tempestad, mi señor, si a usted yo lo pierdo...me moriría, no podría seguir de pie nunca más, porque es el hombre que me convirtió en lo que si ahora, bueno o malo, siempre ha vistió por mi felicidad, por mi comodidad y ha cambiado tanto, es el padre de mi dulce hijo, de nuestro único hijo, si a usted yo lo pierdo, creo que terminaría con mi vida sin pensarlo, no quiero que muera, no quiero que me deje solo- Baekhyun apretaba sus dientes y solo comenzó a llorar con mucha fuerza, sin poder controlarse, porque en verdad estaba aterrado y Yeol solo se acercó para poder abrazarlo, así pudo llorar en su pecho.