No tan ocultos • Cristiano Ronaldo ~ Messi ~ Ochoa

⚽ 20.- Decepción

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En la habitación, los enamorados se estaban entregando a los sentimientos de una manera que jamás hubieran imaginado...

Tal vez jamás habían pensado que llegarían a enamorarse de aquella manera.

Pero los sentimientos de Guillermo eran reales...

No podíamos decir lo mismo de los de Lionel, por no ser del todo honesto con el mexicano.

— ¿Te duele?

— N-no... sigue...

Seguían acostados y antes de la intromisión de su virilidad palpitante, los dedos de Memo estaban haciendo por dilatar para acostumbrarlo y que la penetración no le doliera... Uno de sus dedos comenzó un juego de mete y saca y cuando considero listo, hizo por meter el segundo, con movimientos circulares la mano de Ochoa comenzó a estimularlo... Eventualmente gracias a ello, Messi comenzó un vaivén con sus caderas al ritmo del Portero.

"Lo haré con cuidado".

Se escuchó la voz de Memo después de las quejas de Leo, pues ya había retirado sus dedos cuando considero listo todo.

El aroma más el calor de su cuerpo los tenía fuera de si.

Enseguida acomodado ya entre sus piernas, Memo sujetó su miembro, aunque tuvo la libertad de acariciar el de Leo con deseo...

— Creo que me cobraré esos dos goles.— Se burló Ochoa.

— Bobo.— Igual se había reído un poco Leo.

Pero se acomodo aferrándose a las sábanas cuando Memo de un ligero empujón entro en él. Le había dolido un poco dado el tamaño y a que no estaba ya muy acostumbrado al sexo.

Hacía muchos meses que Cristiano y él no habían tenido intimidad... de cierto modo podría decirse que su cuerpo ya no estaba acostumbrado a todo ello.

Pero eso cambio sintiendo la firmeza del cuerpo de Guillermo y sentirlo en su interior.

Los movimientos al principio fueron suaves dado a las suaves quejas que aún salían de la boca de Lionel, incluso la estrechez que sentía la virilidad de Memo por lo apretado que sentía, le hizo quejarse igual. Pero con los movimientos y las embestidas eso poco a poco cambio de aires...

Enseguida le rodeo con sus piernas las caderas del Portero y este flexionando un poco el cuerpo hizo tocar el punto más sensible de Leo.

— Dame más...

— Lo que tú digas...

Compartieron un ferviente beso lleno de lujuria y placer, lleno de deseo y excitación, lleno de todo lo que sentían y anhelaban querer... Memo no pudo separarse mucho del cuerpo de su amado debido a que Leo se aferró con sus brazos e incluso le arañó la espalda varias veces, entre besos, mordidas y pequeños chupetones el cuerpo de ambos estaba marcadose.

Sin llegar al nudo, pues aunque fue difícil, Memo se controlo demasiado para no llegar a entrar en celo, no quería tampoco forzar a Leo a llegar a ese nivel de pasión muy en especial debido a que seguía su participación en el Mundial.

Y ninguno quería un bebé todavía.

En el lobby del hotel, Ronaldo había llegado, pese a las dudas de Javier, el Portugués no obedeció.

"Te diré como me fue más tarde".

Esa había sido la respuesta del joven, y el Mexicano se quedó dudando, viendo la maleta a medio terminar que tenía sobre su cama junto a unos boletos de avión y su pasaporte.

Pero esperaba a que su amigo tuviera éxito.

Ronaldo había salido del ascensor en el piso que correspondía al de su amado Argentino, debió traer flores, o algo, quién sabe... pero todo había sido tan presuroso que solamente en el bolsillo de la sudadera tenía unos cuantos dulces natales de su tierra... Tal vez podían bajar a cenar al restaurante del mismo hotel, pues no había comido nada desde la tarde por pensar en cenar junto a su Argentino... lo único que quería era pasar rato con Leo y repetir una y mil veces lo mucho que lo amaba.

Pero había ocurrido algo que no estaba en sus planes...

Apenas un par de metros de la puerta, el inconfundible aroma a Dulce de leche de Lionel le llegó de golpe... y no solamente eso... Otro aroma dulce... ¿chocolate quizás? se mezclaba con el de su amado.

No podía equivocarse... provenía de la habitación de Lionel.

En uno de los pasillos que daba a esa habitación justamente, otra pareja se encontraba saliendo de una habitación, Guido y Andrés, habían cenado juntos y en más de un sentido, yendo a cenar está vez al restaurante del hotel.

Habían ido sin tomarse de la mano gracias al riguroso protocolo Qatari... pero con ir juntos bastaba para ellos.

— ¿Que no es Cris?.— Guido noto al Portugués.— Esa es la habitación de Leo...

Una intuición hizo pensar a Andrés....

Pues a ambos les llegó el mismo aroma mezclado de sus respectivos compañeros.

Pero ni Guido ni Ronaldo reconocían el aroma a Chocolate Amargo de Memo... pero Guardado comenzó a suponer cosas pues él si que lo noto.

— Hola Ronaldo, ¿que haces por acá?.— Andrés intento saludar como si nada.

— Ah, chicos...— Ni siquiera intento sonreír para ocultar su tristeza.

De imaginar que estaba haciendo Lionel allí adentro y con quién.

— Yo ya me iba...— Suspiró comenzando a alejarse de la puerta. Derrotado.

— Oye...— Andrés intento animarlo, se notaba de lejos que algo le pasaba.— ¿No quieres cenar algo?

— Puedes venir con nosotros.— Guido sonrió.

— No tengo hambre, de todas maneras gracias.

Comenzó a alejarse de allí, con la mirada detonando su tristeza y decepción...

Pues había escuchado los gemidos de Lionel detrás de la puerta.

Cuando el orgasmo llegó y Memo acabo corriendose dentro de su interior.

Las cosas para dos habían salido bien, pero no para alguien más, quién se encontraba yendo de regreso a su hotel con el ánimo y el corazón hecho pedazos.

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