No tan ocultos • Cristiano Ronaldo ~ Messi ~ Ochoa

60.- Sentirse seguro

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Ese mismo día ya a una buena hora considerable para despedirse y emprender el camino a casa en Calchín.

— Cuídate mucho Juli y come bien.— Neymar sonrió revolviendo el cabello del menor.— Y si te dicen que comas tus verduras hazles caso.

— No me gustan ahora pero lo intentaré.— Sonrió Julián para después de ver a Neymar ver a Lionel.

Había dudado un segundo pero enseguida Julián lo abrazó con fuerza. Leo se había sorprendido del abrazo pero sonrió y correspondió de forma fraternal el abrazo.

— Cuídate mucho Juli, cualquier cosa puedes mandarme mensajes o llamar.— Sonrió Leo al separarse de él.

— Lo haré.— Sonrió Julián.— Cuida mucho al bebé.

— Con mi vida de ser necesario.— Lo vio Leo.

— Nos vemos Memo.— Se había despedido Neymar.— Y ya sabes...— Recordándole su plática de la madrugada.

— Lo haré.— Ochoa sonrió.— Y cuídalos bien.

— Sabes que si.

Cuando Memo se acercó a Leo, este sonrió levemente y después de ello igual lo abrazó. Memo le acaricio el vientre y después sonrió.

— Que sigas creciendo grande y fuerte bebé.— El Portero vio a Leo.— Y también come y no le andes pidiendo cosas a las 7 de la mañana a Ney.

— Así hace ejercicio al salir.— Se burló Leo.

— Te escuché.— Le reclamo el Brasileño.

— Cualquier cosa.

— Si.— Le interrumpió Messi.— No dudaré en llamarles.— Refiriéndose también a Ronaldo.

— Eso espero.

Memo hizo que Julián subiera al auto pero antes de subir también se aseguró primero que su amado estuviera cómodo, tenía una almohada y una manta ligera en la parte de atrás por si quería y un poco de comida en un tupper, ensalada de fruta para picar en el trayecto y unos alfajores además de una botella de agua. Neymar le había dado al menor los alfajores pues Leo había querido y al final no se los comió antojando únicamente a Julián a quien se los dieron todos.

Se veía de lejos que Memo estaba al pendiente de todo, y eso que todavía no empezaban los verdaderos malestares del embarazo pues a Leo se le notaba un poco más que a Julián a quien aún su vientre gracias a la ropa no se le dejaba ver nada.

Se despidieron con la mano y el auto partió, Leo suspiró y Neymar lo vio.

— ¿Qué pasa?.— Le tomo la mano.

— Nada Ney.— Sonrió Leo.— Solo tengo hambre.

— Vamos a ver con que película lloras y preparo algunos bocadillos.— Se burló.

— Que yo no lloro...— Se quejó.

— Todavía no, deja que subas de peso.— Seguía burlándose.— Y ahí si seguro lloras.

Ambos entraron a la casa y en el auto, Julián sonrió al ver a su novio.

— ¿Pasa algo?.— Memo se dio cuenta mientras conducía.

— Creo que, las cosas salieron bien.— Respondió.

— Eso parece Juli, me siento más tranquilo.

— Pero...— Siguió pensando en algunas cosas.— No se cómo vaya a estar Leo, si no tiene un Alfa a su lado.

Pues cuando los síntomas del embarazo sean más intensos, muchas veces los Omegas necesitan de la protección de su Alfa, para tranquilizarse, sentirse seguros o simplemente para recibir el cariño y la fuerza que necesitan para llevar sanamente su embarazo en la dulce espera de su cachorro. Leo en cambio al no tener a nadie pues no tenía un lazo con ninguno de los dos posibles padres, iba a tener que sacar más fuerza para mantenerse bien para el bebé.

— ¿Quién dice que está solo?.— Siguió Memo.

— ¿Eh?.— No lo había entendido Julián.

— Está con Neymar... y aunque no tengan un lazo, parece que Ney está haciendo bien las cosas.

— ¿Cómo?.— Lo vio curioso mientras abría el tupper para picar un pedacito de manzana con el tenedor.

— No veo a Leo mal, de salud o físicamente... si un poco pálido por las náuseas pero se ve sanamente.— Sonrió.— Quizás el aroma de Neymar le este ayudando con eso.

— Creo que ya entendí.— Julián se alegro.— Que bueno que sea así, no me gustaría que Leo este mal...— Se acarició su vientre.— Menos ahora...

— Yo tampoco, por eso me alegro verlo y que esté bien.

En ese aspecto, Guillermo se sentía más tranquilo. Si había llegado a sentir un poco de miedo al ver como estaría Leo pero, sus preocupaciones y miedos se esfumaron en cuanto vio que estaba con Neymar. Messi podría ser un tanto serio y que a veces quería tener la situación bajo su control pero, sentía que su personalidad quedaba bien con la de Ney, quién era elocuente, relajado y gracioso...

Varias veces noto como hacía reír a Leo, incluso a Julián le hizo sentir mimado en ese rato que pasaron juntos, ya imaginaba como estaría haciendo sentir bien a Leo.

Ello lo hacía sentir más tranquilo y esperaba que el bebé siguiera creciendo sanamente independientemente de si era suyo o de Ronaldo.

También Guillermo había pensado en el Portugués, esperaba que ya estuviera bien de salud, aunque notando gracias a las noticias que había formalizado con Javier, seguramente todo estaba muy bien entre ellos.

En Guadalajara, en una clínica en especial.

— Entonces...— El Doctor había visto a la pareja sentada frente a su escritorio.

— ¿Se lo dices tú o se lo digo yo?.— Javier estaba de brazos cruzados viendo a su Alfa.

Ambos se encontraban allí por una razón importante, pero, pese a usar una polera y un parche de protección en la herida de su mordida, El Chicharito dejaba ver en las mejillas y parte de las manos y cuello fuera de la tela de la ropa pequeñas marcas rojas, como aquellas que causan los piquetes de mosquito tras ser rascadas. Ronaldo estaba en las mismas condiciones.

Lo irónico del asunto era que Javier veía a su prometido con cara de "todo esto es culpa tuya", cuando al muchacho se le olvidaba que "coger en el cerro fue idea suya".

— ¿Cuánto para que no diga nada de esto y la prensa no se dio cuenta?.— Ronaldo enseguida saco la cartera mostrando varias tarjetas de crédito.

— ¡No mames Cris!.— Le reclamo Javier.— ¡Esta bien que estemos en México pero no vas a sobornar a un doctor!.— Enseguida volteó a ver al doctor, esperaba que no.

— Bueno.— Se aclaró la garganta.— Estaría complacido con unos autógrafos para mis nietos.

Javier suspiró. Tras su hermosa noche, y dado a lo intenso de sus sentimientos no habían notado que, entre las hojas y el pasto del lugar, había varias platas que causan resequedad y escozor si se toman y no se lavan las manos inmediatamente. La comezón había hecho su aparición horas después y debido al rascarse aparecieron más ronchas.

Se habían intoxicado al parecer sin darse cuenta y todo por seguir la calentura y amor del momento. Por ello habían ido al doctor por petición de su madre.

Pero no sé iban a arrepentir de ello seguramente.

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