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—¿Has venido a ver al doctor? —le preguntó acercándose más a ella.

Como no la veía bien y eso lo tenía preocupado, pensó que al fin había decidido hacerse los exámenes clínicos que él mismo le había pedido que se hiciera en varias ocasiones.

—No, solo vengo con Jisoo porque tiene un chequeo rutinario —lo dijo un poco enfadada, no quería estar por más tiempo allí al lado de Hiunsu. Se sentía poca cosa en comparación con aquella mujer tan espectacular.

Jungkook la miró por un momento y se sintió mal, la había dejado enfadada cuando se fue de la casa y por mucho que pensó durante el trayecto al hospital, cuando iba en el coche, no sabía porqué quería el divorcio.

—Kookie mi padre nos espera —le dijo Hiunsu cogiendo su brazo y sonriéndole.

—Como estás ocupado nosotras nos vamos —ella cogió a Jisoo que los miraba con ojos asesinos.

—Luego hablaremos en casa —le dijo él serio y con insistencia.

—Tal vez no vaya hasta muy tarde —dijo ella y se fue con su amiga pasillo adelante dejándolo con la palabra en la boca.

—¿Quién es ella? —la otra se hizo de nuevas, cómo si no lo supiera, ya la había visto múltiples veces en las revistas de sociedad junto a él.

—No vuelvas a llamarme Kookie nunca más, te lo prohíbo Hiunsu —la miró enfadado—. Ese nombre es pasado, y tú y yo ya no somos nada.

Hiunsu se sintió herida y él pasó por su lado para entrar a ver a su padre a su despacho sin esperarla.

Mientras tanto, Youngsoo estaba acostada en una camilla siendo atendida por el doctor Juwoon, éste la examinaba. Se había sentido mal cuando dejó atrás a los dos que destrozaron su corazón. Su amiga la ayudó a llegar a la sala dónde la esperaban, se sintió muy mareada de pronto, y es que aparte de su enfermedad, su esposo le estaba quitando la vida.

—¿Te sientes mejor? —le dijo aquel apuesto doctor con una sonrisa que le pareció adorable.

—Es solo un mareo que sentí de pronto, nada grave creo —le quitó ella importancia a la cosa.

—Tienes que comer —le dijo esta vez serio—. Si tenemos la oportunidad de que te pongan ese tratamiento innovador tus fuerzas deben ser las mejores...y ahora estás muy débil.

Jisoo se preocupó. —Youngsoo tienes que cuidarte, hay que comer amiga porque solo tú puedes hacer que esto funcione —la quería y desde que se había enterado de su situación sufría.

—Está bien, comeré —suspiró cansada—. Lo haré, os lo prometo.

Cuando se encontraba mejor se sentó en una silla frente al doctor y al lado de su amiga.

—Hay problemas —dijo Juwoon— no voy a mentir ni a crear falsas esperanzas —ella lo miró preocupada pero no dijo nada, solo esperó su explicación—. Hay solo dos unidades por ahora y una ya está cedida —hubo un pequeño silencio que sonó a derrota. —Se lo van a otorgar a una mujer importante —siguió después explicando— es la mujer de un CEO que tiene muchas empresas en el país y en el extranjero.

Youngsoo se decepcionó, bajó el rostro un poco y miró sus dedos con los que jugó nerviosa.

—No quiero morir, no sé si eso suena a cobarde...pero es que...

—¡Y no lo harás! —le cogió la mano Jisoo—. De eso me ocupo yo —su amiga se acercó a abrazarla. Después miró a Juwoon—. ¿No hay otra solución doctor?

—Sí, la otra unidad de inyecciones está en poder de la persona que lo ha creado —Juwoon se levantó y se puso ante ella, allí de pie le tocó el hombro—. Es el señor Choi y voy a hablar con él, lo tendré que convencer de que eres la candidata perfecta.

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