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Aquel hombre apuesto las miró. —Pueden sentarse si quieren.

—Gracias señor Hwhang —dijo Youngsoo.

—Muchiiisimas gracias —susurró Jisoo y ella la miró un poco mal. Le devolvió la mirada la otra con una sonrisa pícara.

—Sé que viene usted a por el fármaco que tengo en mi poder. Es así, ¿Verdad?.

Aquel hombre se veía serio y recto, eso a ella la asustó. Tragó saliva porque empezó a sentirse mal de pronto y encima las ganas de vomitar aparecieron.

—¿Se encuentra bien? ¿Necesita algo? —se incomodó InYeop y se levantó de su asiento, se acercó a la puerta de salida y la abrió—. ¡James trae un vaso de agua! —le gritó a alguien.

—Youngsoo, relájate y te encontrarás mejor, ya lo verás —le decía Jisoo y miró al otro que las observaba atento—. Señor por favor haga todo lo posible para que pueda curarse, es cada día peor y yo tengo miedo —con lo risueña que era siempre pero en éste momento no pudo soportar verla como en éstos últimos días.

Un hombre llegó con el agua.

—Es para la señorita Lee —le dijo así porque el informe que le entregaron del hospital ponía esa información.

Ella la bebió y se sintió mejor, respiró una bocanada de aire y lo miró.

—Señor Hwhang —su color ceniciento puso al otro entre las cuerdas—. Ayúdeme, no quiero morir.

A Jisoo se le saltaron las lágrimas y lidió por no sollozar.

—¿Tiene los diez millones de dólares? —le preguntó y se sentó de nuevo en su sillón, había permanecido de pié mientras ella se tranquilizó.

—No, lo siento —le contestó derrotada.

—Ok...¿Sabe que el otro fármaco está en poder de otro empresario y que es también de Seul como yo?

—Sí lo sé, y también me dijeron que ya se lo ha cedido a una mujer que lo necesita igual que yo.

Él asintió. —¿Y sabe quién es ese empresario? ¿Sabe lo que va a conseguir con todo eso? ¿Se imagina la fortuna que va a recibir por esa transacción?

Ella negó y bajó su rostro. InYeop la miró por un momento y sintió su corazón romperse. Apretó los puños por debajo de su mesa y después miró la fotografía que había de una niña en su mesa.

—Lo siento señor —dijo ella y se levantó de su asiento porque se dió cuenta que todos eran iguales, solo hacían negocio con el dolor y la desesperación de los demás, querían dinero por ello. Ella no lo tenía así que era mejor irse y no ponerse más en ridículo—. Creo que lo he molestado con algo que no me puedo costear.

Jisoo se levantó también acelerada y la agarró de la mano. —Espera un momento, tal vez encontremos entre todos una solución —no quería darse por vencida.

—Lo haré, le daré el fármaco...

Miraron las dos corriendo a InYeop que estaba serio, sus ojos brillaban un poco.

—¿Lo haría por mí? ¿Sin tener el dinero que me pide lo haría?

—Sí...pero hay una condición y no hay discusión con eso —le dijo con una mirada dura.

—Si es por sexo, déjeme decirle...

—¡No! ¡Jesús! Nunca he pedido nada igual a una mujer —se sintió mal con aquello—. ¿Tan mal me encuentra que cree que tengo que buscar una mujer así?

—No le haga caso señor, es por su enfermedad que no piensa de manera coherente, ¿Quién iba a pensar en pagar así algo a usted? —dijo Jisoo de repente.

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