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Youngsoo miró los ojos de Jungkook y supo que era verdad que estaba sufriendo por ella, no la estaba engañando.

Se dió cuenta que todo se podía haber arreglado antes si él hubiese sido así con ella, ardiente y cariñoso, si le hubiera explicado sus sentimientos no estarían como estaban de mal. Le ocultó lo que tenía en su interior  haciéndola sentirse sola y alejada de esa relación que empezaron hace años.

Pero ahora estaba cansada, exhausta y con las fuerzas justas para luchar contra su enfermedad. ¿Como sacaba el coraje para arreglar lo que se había roto entre ellos?

—Quiero estar a tu lado, cuidarte y amarte You —le dijo con una sonrisa tierna que ella adoró al momento, siempre quiso ver en él esos labios curvados del modo en el que ahora estaban.

—¿Quieres estar al lado de alguien enfermo? Ahora ya no soy la de antes, ¿Sabes? Me veo horrible y si antes no sentiste por mí nada, ¿Cómo pretendes hacerlo ahora? —se volvió y lo dejó allí tendido y en silencio. Ella se puso de pié.

Jungkook la siguió e hizo lo mismo.

—¿De qué tienes miedo? —le preguntó serio cuando la encaró de frente.

—De que pueda llegar a darte asco —le dijo con dolor en el pecho.

—¡You! Nunca me diste asco, ¿Cómo puedes decir algo así de mí? —le dijo exaltado, lo dejó mal pensar que ella hubiese creído que alguna vez sintió eso cuando la tenía a su lado.

—Pues creo que cuando me viste de novia casi lo sentiste, aún recuerdo tu cara de decepción cuando me estaba probando el vestido...

Él recordó y sabía que lo había malinterpretado, no quiso explicarle en ese entonces porque nunca fue bueno para demostrar lo que pensaba.

—¿Eso? ¡No por Dios! Eso fue otra cosa...

—Sí, lo recuerdo, eso fue hiriente para una mujer enamorada y con una ilusión enorme de que su futuro esposo se sintiera el hombre más afortunado del mundo al verla por primera vez vestida de novia....

****

Pasado

—Está preciosa señorita —le decía una mujer que le extendió la cola del vestido que llevaría el día de su matrimonio con el CEO Jeon Jungkook.

—¿De verdad? ¿Eso cree? —se miraba en un gran espejo que había en la estancia donde las dos se encontraban.

Unas amplias cortinas de color verde oscuro la escondían de Jungkook, que se encontraba sentado en uno de los sillones largos que había en la tienda de una importante firma. La llevó allí para que se compara el más caro de todos.

Jungkook estaba con su teléfono y sus piernas cruzadas atendiendo una llamada de un hombre que lo estaba poniendo al tanto de un buen negocio, el problema era que alguien se lo quería arrebatar.

Con su traje de color oscuro y su porte de hombre de negocios, intentaba llevar la conversación lo mejor que podía.

—Creo que será bueno para la empresa, nos dará muy buenos beneficios —se oía decir ya levantado y andando tranquilo, desde adentro donde Youngsoo estaba nerviosa y lo escuchaba todo—. Pero hay que deshacerse del otro inversionista, no sé cómo....

—¿Señor Jeon? —la dependienta lo llamó y él se volvió.

—Ésto...digo que....

Intentó llevar el hilo de la conversación que tenía entre manos pero se quedó en blanco.

Las cortinas estaban echadas a un lado y Youngsoo se encontraba vestida de novia ante sus ojos. Su vestido era impresionante, el corte en su cintura estrecha la hacía una princesa. Además el encaje que cubría su pecho y sus brazos la hacían verse como un ángel, estaba tan hermosa que casi lo hizo sonreír abiertamente. Pero como siempre se contuvo.

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