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Youngsoo estaba mirando tras la ventana como brillaban las estrellas.

La noche era fría aunque allí en el hospital no hacía frío porque la calefacción estaba encendida.

InYeop y Jisoo se encontraban sentados en las sillas del pasillo, Hana también estaba, intentaba ahogar los sollozos que emitía con ese paño que no soltaba nunca. Youngsoo le había traído café y se había preocupado por ella desde que llegaron.

Jungkook estaba siendo atendido en una de las habitaciones por algunos facultativos entre los que estaba el doctor Juwoon. Ella no podía entrar a verlo todavía, necesitaban hacerle los exámenes pertinentes y por ahora también estaba dormido por los fármacos que le habían administrado, por eso estaba prohibido el paso.

Sentía sus brazos doloridos por la fuerza que había ejercido sobre ella su marido anteriormente en la mansión. Pero eso no le molestaba porque solo quería verlo recuperado, se había desquiciado, no entendía cual era la realidad y fue tormentoso verlo tan agresivo en un momento dado, todo porque creía que lo estaba engañando y que ella no era la verdadera mujer que él quería ver, lo peor es que se sentía engañado y abandonado. Creyó que le estaban mintiendo y haciendo daño, era como un delirio que no lo hacía ver la realidad.

Se separó de la ventana para ir en busca de sus amigos. En eso estaba cuando vio llegar ofuscada a Hiunsu que pretendía entrar en la habitación donde estaba Jungkook.

Vio levantarse a Jisoo.

—No Jisoo, esto es cosa mía —le advirtió ella con decisión.

Corrió y antes de que la otra pudiera alcanzar la puerta se puso delante cortando su paso.

—Ni se te ocurra entrar ahí —le advirtió apretando sus dientes y siendo el escudo para su marido.

—Quítate de mi camino —la ira de Hiunsu era palpable, le agarró el brazo para apartarla.

Entonces Youngsoo le dió un empujón con tanta fuerza que la hizo retroceder. Después se fue hacia ella para encararla.

—Ya no más Hiunsu, no te dejaré que derrames tu veneno en nosotros otra vez, eres un ser despreciable que ha conseguido que él esté ahí sufriendo y a mí me destrozaste en todo ese tiempo que dudé de que me quería a mí y no a tí.

—¿Yo hice qué? ¡Lo hiciste tú! —le gritó enfurecida—. Tú lo has destruido con no saber tratarlo desde que decidió casarte contigo —la arpía le hablaba con un deje de superioridad.

Youngsoo avanzó con tanta seguridad que ella echó su cuerpo un poco para atrás asustada por como se veían arder de furia sus ojos.

—Es mi esposo que no se te olvide nunca, jamás te acerques a él si no quieres ver de lo que soy capaz Hiunsu —le puso un dedo en el hombro haciendo contacto—. Voy a denunciarte, a un paciente no se le puede robar sin ser sancionado por ello desde el hospital y luego tendrás que dar cuenta en el juzgado porque voy a demandarte.

—¿Yo hice qué? —miró Hiunsu por si alguien escuchaba lo que estaba diciendo.

—Me darán la cinta donde está la grabación cuando sales por el pasillo mirando mi anillo de compromiso y riendo como una idiota enfermiza, en el mundo no hay otro igual porque Jungkook lo mandó a hacer por un joyero famoso. ¿Cómo vas a demostrar que no era mío y que no me lo robaste?

—¿Estás loca? No voy a permitir... —quiso encararla y tocarla pero ella no se lo permitió.

Le agarró la mano con la que iba a darle un empujón y se la retorció.

—Por él soy capaz de cruzarte la cara así que no me provoques, no voy a morir para tu mala suerte y tampoco voy a dejar que nos confundas con cosas que no existieron entre tú y mi marido. Él es mío y yo suya, si eres inteligente, que a veces lo dudo, tendrás que entender que sobras, que no te queda otra que echarte a un lado —Youmgsoo la fulminó con la mirada—. No te quiere, entérate de una vez, tuviste tu tiempo pero ya pasó porque vino a mí, lo trataste mal mientras estaba herido porque se sentía solo, necesitó de tí y seguro que solo pensabas en lo que tú querías, pues lo siento pero se cansó y ahora solo te queda desearnos felicidad y que vivamos siempre juntos, ¿Te has enterado?

Hiunsu lloraba, tenía hasta el corazón encogido. Sin embargo Youngsoo se sintió tan liberada que le sonreía. Siguió diciéndole todo lo que llevaba guardado tanto tiempo.

—No tenían que existir personas como tú, eres de lo peor, jugaste con nuestros sentimientos y has sido más despiadada que el maldito cáncer que tuve que soportar.

La soltó y esta se echó hacia atrás intentando no caer al suelo dando traspiés.

Youngsoo aún con la debilidad que sentía por todo lo que había vivido junto a Jungkook, podía decir que la había puesto en su lugar y se sintió orgullosa por ello.

—No voy a desearos lo mejor si eso es lo que me estás pidiendo —le dijo Hiunsu con los puños apretados.

—Muy bien, pues espera a sufrir porque en cuánta salga de ahí seremos los esposos más felices que nunca viste.

—Eres una...

—¡Se acabó! —se levantó InYeop ya arto de verla ser una víbora—. Vete de aquí, no hagas más drama de algo en lo que no te invitaron a estar. Y para que lo sepas yo mismo también me personaré en el juzgado en tu contra en eso que te culpa Youngsoo, no saldrás indemne de todas las fechorías que has hecho, lo juro.

Jisoo lo miraba y disfrutaba de saber que ese hombre era suyo. Y es que ni loca dejaba que una arpía como Hiunsu se lo quitara. Sabía hablar el muy idiota y tratarla como nadie hizo nunca en todos los aspectos en la intimidad. Se estremeció al pensar en sus días juntos.

Se levantó de la silla y se cogió a su brazo para mirar a la arpía.

—¿Te quedó todo lo que te han dicho claro o quieres que te lo apunte en tu agenda? Así te lo lees cada vez que se te olvide —le dió una sonrisa con mucho sarcasmo Jisoo.

—Sois de lo peor, al final no os saldréis con la vuestra, sois...

—¡Hiunsu!

Todos voltearon y vieron a Juwoon que salía por la puerta de la habitación, la cerró tras él.

—Haz el favor de irte —le dijo calmado pero con evidente cansancio a Hiunsu—. Ellos son su familia y no tú, sé lo que hiciste con el ST3 y van a abrir una investigación, has destrozado a tu padre así que ve a verlo en vez de estar aquí haciendo daño a todo el que se te cruza en ese camino malo que has llevado hasta ahora.

Hiunsu se asustó, su padre no podía haberse enterado de lo que hizo, no se lo perdonaría porque odiaba a las personas sin ética profesional. Salió corriendo sin decir nada a su compañero.

Juwoon miró a Youngsoo.

—¿Cómo está? —le preguntó con un nudo en la garganta.

—Sedado. Youngsoo tendremos que llevarlo por un tiempo a una clínica psiquiátrica, aquí no podemos hacer nada más por él.

—Por favor Juwoon, ¿tan mal está? —se cogió las manos, no podía verlo sufrir más.

—No te preocupes, se recuperará, solo es que arrastra problemas que necesitan de ayuda psicológica, si lo dejamos ir cuando recupere su normalidad física volverá a caer en el otro ámbito. ¿Me entiendes? —claro que lo entendía.

—¿De cuánto tiempo me estás hablando? Digo de su recuperación.

—No menos de seis meses. Y no podrás estar a su lado, eso quiero que lo sepas. Va a ser difícil, pero él necesita encontrar su camino lejos de lo que pueda alterarlo.

¿Otros seis meses sin poder vivir su felicidad?

Ella bajó los hombros y dejó caer sus manos hacia abajo.

—Todo sea por él, solo quiero que sea el hombre fuerte que sé que tiene ahí dentro de su interior...

—Todo sea por él, solo quiero que sea el hombre fuerte que sé que tiene ahí dentro de su interior

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