—¿Era ella verdad? Hiunsu estaba contigo...
Jungkook se empezó de nuevo a esconder en su caparazón, por eso era frío, porque así podía poner a raya todo en su vida y ahora tenía que parar el descontrol que su cuerpo sentía. Se tocó las solapas de su chaqueta y se las acomodó, se peinó el pelo con los dedos y mordió su labio para recomponer lo que creyó que había sido un momento de debilidad en su temperamento cerrado.
—No es lo que estás pensando, yo solo fui a ayudar en algo que ella necesitaba, me llamó y no me pude negar —la miró fijamente.
—Me alegro por ella, siempre es importante tener a alguien que sea de ayuda en tu vida —
dijo dolida, pensó que ella también había encontrado a alguien que la ayudaría en su agonía, pero le hubiera gustado que fuera él. Se levantó y buscó un bolso de viaje que tenía en lo alto de la cama donde metió varias cosas que necesitaba.—No voy a firmarte el divorcio —se oyó un Jungkook con voz profunda.
Ella se volvió y lo miró dolida.
—No me importa, aún así nuestra separación seguirá adelante. No soy digna de ser la señora Jeon...
Jungkook abrió los ojos y la seriedad absoluta llegó a su rostro.
—Dime cuando te he dicho yo que no eras digna de llevar mi apellido —sus ojos se oscurecieron y su tono era tan seco como el frío invierno.
—Cuando te pedí dinero y no me lo diste, lo necesitaba y me lo has negado ¿Eso lo hace un esposo? —al decirle ésto, él apretó él los dientes marcando su mandíbula—. ¿No crees que es suficiente para saber que no soy digna de tu apellido? Otra con solo una llamada de teléfono te tiene corriendo como un loco.
Jungkook negó con la cabeza y mordió desesperado su labio. Lo que su cuerpo estaba experimentando no le gustaba, ardía por dentro de forma descontrolada. No sabía porqué el control del que siempre había presumido tener, era cada vez más difícil de conseguir.
—Yo no te di el dinero porque...
—¡No me interesa! —le gritó ella— Ya no lo quiero, no lo necesito, ni tampoco tus explicaciones.
Volvió él a mover su cabeza de un lado a otro, quería parar los pensamientos que llegaban a su mente, pero no encontraba cómo hacerlo.
—No quiero firmar el divorcio You, lo siento pero no lo haré —no sabía decir otra cosa—. No hagas que te obligue a retomar a la fuerza nuestro matrimonio.
Youngsoo lo miró derrotada, lo amaba, eran muchos los años que llevaba enamorada, pero la enfermedad le había abierto los ojos.
—Aún no está redactado el documento, pero en cuanto lo tenga te lo harán llegar, espero que entiendas que es lo mejor para los dos, decidimos apostar por una vida rara, no había amor y éstas son las consecuencias —todo era duro de asimilar para ambos—. No me quieres, lo sé...¿así que para qué seguir ni obligarnos a permanecer juntos?
—¿Quién dice que no te quiero?
—Tus acciones lo dicen, tu abandono y tus pocas ganas de estar conmigo —se fue hacia la puerta con las cosas que había cogido—. Tu beso llegó tarde Jungkook.
Salió después por la puerta.
Él se quedó en el sitio por un rato pensando y cabizbajo.
¿Que se unieron en matrimonio sin amor? ¿Eso decía ella? Era cierto, no sabía si la amaba, pero lo que sí sabía es que quería protegerla como siempre había hecho desde que decidió compartir su vida junto a él, la colmaba de regalos y la trató con todo el respeto del mundo.
No le dió el dinero porque no quería que se fuera, si se lo hubiera dado tal vez estaría ahora fuera del país.
Se quitó la chaqueta y la tiró con fuerza al suelo. Su respiración se volvió agitada y le dolía la cabeza.
Llegó al baño y se despojó también de su camisa, pantalón, zapatos y boxer, se metió en la ducha y le dió al agua helada. Así se castigaba desde la infancia. Cuando algo le ocurría que lo hacía no poder parar los sentimientos que lo atormentaban, se duchaba con agua helada. Parar todo de golpe era su seguro para no cometer una estupidez. Sus músculos se tensaron haciendo de su cuerpo una obra de arte dura como el mármol y esculpida por los mismos dioses.
Era deseado por las mujeres pero nunca engañó a Youngsoo porque a su manera la quería, aunque esa manera suya de dar cariño era más indicada para una niña pequeña.
Ella bajaba las escaleras con toda la dignidad que pudo reunir y Hana estaba esperándola.
—No te vayas por favor —la mujer se puso de frente y le cogió las dos manos—. No podré cuidarte ni saber si comes lo suficiente, te veo mal aunque me digas siempre que no te ocurre nada.
La miró Youngsoo con una sonrisa tierna.
—Estoy bien de verdad, pero cuida de él, creo que lo necesita más que yo aunque no lo crea —le sonrió y la abrazó—. La mujer que tiene a su alrededor lo destruirá tarde o temprano Hana, puedo verlo y sin embargo él está ciego —lo dijo con rencor y dolor a la vez.
Lo había amado desde que entró a trabajar a su empresa. Su forma fría de actuar no le molestó en un principio, era atractivo, de buen cuerpo y vestía impecable. Era correcto en el trato y comedido con las mujeres. La protegió de todo siempre y nunca le faltó nada material, sin embargo en el trato afectuoso ponía una barrera entre los dos siempre que se le acercaba.
Se despidieron las dos entre lágrimas y salió ella en busca del taxi que la llevaría a su nuevo hogar. Dónde recibiría su última oportunidad para seguir viviendo.
A la mañana siguiente Jungkook dió un día de trabajo muy difícil de sobrellevar, le dolía hasta el alma. Se sentía más solo que nunca y su corazón se estaba rompiendo sin saber como arreglarlo.
Hoy recibiría la información sobre los fármacos que tomaba Youngsoo.
Estaba con sus codos en la mesa y dando círculos con sus dedos en sus sienes cuando sonó el teléfono.
Al ver que era Hiunsu soltó molesto el aire por la boca.
Lo cogió. —Dime.
—Has visto las revistas.
—No, no tengo tiempo de estar leyendo gilipolleces.
Sabía Jungkook de sobra a lo que se refería.
—¿Cómo vamos a ir a la fiesta que dan los médicos y los inversores para presentar el fármaco si creen que somos amantes?
Cómo si no estuviese disfrutando de todo. Lo decía de forma que pareciera que era un fastidio para ella.
—Mira Hiunsu, estoy en medio de una reunión importante y no me interesa lo más mínimo lo que piense la gente, por mí pueden decir lo que les dé la real gana.
Y le colgó....
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Volver A Tí ♡♡
FanfictionSu lejanía, esa frialdad que lo caracteriza y no estar en el lugar indicado cuando fue necesario, traerán dolor al empresario Jeon Jungkook. Queda totalmente prohibida la adaptación de ésta historia sin mi consentimiento. Amor Enfermedad Dolor Cambi...