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Youngsoo salió al exterior temblando. Literalmente temblaba todo su cuerpo como una pequeña hoja que el viento se había ensañado con ella.

Jungkook estaba echado en la pared con un ramo de flores en la mano. Aún no la había visto porque tenía los ojos puestos en la lejanía, y también porque ella estaba al lado contrario alejada del lugar donde se encontraba su marido.

¿Qué hacía así vestido?

Llevaba puesta una cazadora de cuero negra y un pantalón ancho también de ese color. Parecía un adolescente, le encantaba ese porte camaleónico que tenía. Se dió cuenta que podía ser quién quisiera ser sin importar nada. Una faceta nueva que le gustó.

Se acercó despacio cruzando la calle.

El edificio que se alzaba a su vista era un cine

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El edificio que se alzaba a su vista era un cine. Los carteles de las películas que se proyectaban en estos días lo rodeaban de izquierda a derecha.

Ya estaba cerca cuando Jungkook se dió cuenta de su presencia. La sonrisa fue inmediata, y fulminante para Youngsoo.

—Hola —le dijo él separándose de la pared y le extendió el ramo de flores con un ímpetu que dejaba claro que también estaba nervioso.

Ella tragó el abrasador latigazo que le dió el pecho y le subió por la garganta.

—Hola —le respondió nerviosa.

Por un momento no sabía qué hacer. ¿Iba y se echaba en sus brazos, lo besaba? ¿Qué hacía si solo era observada por Jungkook que estaba haciendo un juicio de su cuerpo? Su mirada subía y bajaba mientras sonreía con énfasis.

—Te estaba esperando , ¿sabes?, ¿quieres ver una película? Hay una muy buena que he pensado que puede gustarte.

—¿De qué trata? —tuvo que seguir su juego.

Nunca habían ido al cine juntos. Jamás tuvieron esa cita que ahora le estaba dando.

—Se llama DELANTE DE TÍ, y trata de una serie de encuentros de los protagonistas con lo banal que se convierte después en una experiencia entre luminosa y extrañada, como si las imágenes fueran el fruto de alguien que ha aprendido a mirar el mundo con otros ojos. Esos ojos que alguien se los abrió con todo lo que tenía de bueno en su interior.

A Youngsoo se le llenaron los ojos de lágrimas pero no las liberó, las dejó ahí para recordar lo que estaba sintiendo en este momento. Y no era otra cosa que esperanza por recuperar lo perdido.

Esperanza porque todo se había solucionado, porque su amor estaba allí intentando que tuvieran esa cita que significaba un nuevo comienzo.

—Estoy encantada de que me pidas que la veamos —se acercó y le cogió las flores—. ¿No vas a besarme? —le sonrió.

—¡No!, ¿como crees? —miró de un lado a otro de forma graciosa— . No puedo. Es nuestra primera cita y no estaría bien hacer eso. Seguro que pensarás que solo voy por ese cuerpo tan espectacular y maravilloso que tienes y ese pelo que me está poniendo enfermo —soltó el aire reprimido y luego le cogió la mano—. ¿Quieres palomitas o alguna gominola? —la llevaba andando por el interior del edificio—. Te advierto que tengo mucho dinero y puedo comprarte lo que quieras.

—¿A sí? —le dijo ella riendo un poco—. ¿Piensas enamorarme porque tienes mucho dinero? —Youngsoo estaba exultante agarrada a su mano—. Pues que sepas que no me gustan los tipos con demasiado ego y que se creen el ombligo del mundo.

—Te demostraré preciosa que tener ego no es malo —le apretó la mano—solo hay que saber como ofrecerlo y como dárselo a la persona adecuada. Y yo voy a darte mucho del mío, así que prepárate You.

Se miraron sin parar de andar con una sonrisa. Pero ella vio sus ojos que ardían y que le decían que no iba a ser muy condescendiente en ciertos aspectos en la intimidad, en ese momento tragó y se le caldeó el vientre.

Entraron en la sala y la película empezó a ser proyectada.

No había nadie, solo ellos dos.

De pronto ella notó la mano de jungkook en su muslo. Después su susurro llegó caliente a su oído.

—¿Te gusta?, ¿Te estás divirtiendo? —la voz ronca la humedeció ahí abajo. Abrió los ojos por la sensación y se volvió para mirarlo tan rápido que sabía que se le estaba notando su desconcierto. Él le sonrió de forma letal, estaba con los ojos brillantes porque la luz de la pantalla se iluminaba en el negro de su pupila, y también llameantes porque la deseaba. Algo que no pudo esconder.

—S- sí, sí.

—Eso me gusta pequeña mía —le apretó el muslo un poco y le dió un beso en la mejilla.

¿Así iba a ser de ahora en adelante? ¿Qué habían hecho con su marido?

Lo que fuera que fuese que hicieran, no podían haber acertado más con un paciente.

Salieron agarrados de la mano cuando terminó la película.

Fueron a desayunar, se hablaron como dos personas que tenían muchas cosas que decir. Secretos ocultos que dolieron, anécdotas divertidas y dolor en su matrimonio que necesitaban sacar a flote.

Pasearon por la ciudad de la mano, fueron a un parque donde se sentaron un poco porque Youngsoo llevaba los zapatos de tacón.

—No creo que pueda seguir, no sabes lo que me duelen los talones y los dedos. Sobre todo el pequeño —se quejó ella.

—Dame, ven aquí —le cogió un pie y se echó atrás para poner los dos sobre sus muslos duros.

¡Ay Jesucristo! Sus braguitas volvieron a sufrir un colapso.

Se puso roja. Y es que siempre tuvo ese anhelo por su marido, pero nunca él se mostró así de relajado y atrayente en la relación.

Le miró el cuello fuerte y pensó en abalanzarse y morderselo unas cuantas veces. Tragó cuando notó como sus manos le hacían un masaje en los pies.

—Me siento culpable, tal vez tenía que haberte avisado —su voz y su actitud se volvieron responsables como las de un hombre de negocios— podrías haberte puesto unas zapatillas.

—Jungkook —lo llamó ella.

—Mmm —él la miró.

—Llévame a un hotel.

La voz de Youngsoo se volvió cálida e insinuante. Lo miró con deseo y

—Es que tengo todavía muchas cosas previstas, las he...memorizado desde hace mucho tiempo y...

Paró de hablar porque ella se le había acercado y le estaba besando el cuello mientras sus piernas seguian en su regazo. Se había cogido a su espalda y a su pecho con ambas manos.

—Tengo ganas de tí desde hace ya una eternidad señor Jeon.

—Mierda You, ¿no vas a dejar ni que te demuestre todo lo que hay en la lista?, joder sé que no, ya no...

Volteó y le agarró la cara con las dos manos.

—¿Sabes que llevo muchos meses sin tenerte a mi lado? ¿Sabes la fiera en la que me has convertido cuando soñaba tenerte tan cerca como ahora?

—Sí a lo primero, y no a lo segundo —le jadeó en la boca y eso hizo que Jungkook gruñera como un salvaje.

Se mordió el labio y se hundió en su pelo para olerla como un depredador.

—¿Sabes lo que he fantaseado contigo cuando me venía a la mente lo mucho que te quiero?

—No, no lo sé.

—No lo sabes pero me pides estar a solas conmigo nena.

—Sí, eso es lo que deseado todo estos meses esposo mío...

—Pues a la mierda la lista, llegamos al final de ella cariño...vamos.

Le bajó las piernas y la cogió en brazos.

—¡Así me vas a llevar! Deja que me ponga los zapatos, yo puedo andar.

—Ya te compraré otros que no te hagan daño, ahora solo pienso en hacerte mía You...

Volver A Tí ♡♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora