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Jungkook andaba deprisa hacia el auto.

Cuando llegó hasta él le dio un golpe a la carrocería. Sonó el impacto en la calle y algunos transeúntes se quedaron mirando la escena.

Respiró fuerte y comenzó a tener el control de la situación, tenía que ir a ver a Youngsoo, necesitaba decirle que no le daría el divorcio, que solo quería tenerla en casa como siempre había estado.

—¿Estás bien? —le preguntó Hiunsu bajito cuando llegó a su lado.

—Sube al coche —le impuso de forma tosca y ruda— te llevaré a casa y la próxima vez le pides lo que necesites a tu padre, ésto tiene que acabar, yo no soy tu recadero ni nada que se le parezca —aunque la intensidad del tono había bajado lo que dijo no le gustó a Hiunsu.

—Siento si te he molestado —se hizo la ofendida y la víctima—. Te devolveré hasta el último centavo.

—No quiero el dinero, y ahora sube —le dijo seco y le abrió la puerta.

La otra se subió y él se la cerró con fuerza.

Se subió Jungkook después a su lado y salió hacia la carretera a gran velocidad. La adrenalina le recorría hasta las entrañas, lidiaba con un interior nuevo, el abandono de su mujer le estaba creando inseguridad y un estado de nervios que jamás creyó que tendría.

—A veces creo que me odias —le dijo de pronto Hiunsu haciendo pucheros y sacándolo de sus pensamientos.

—No te odio —le dijo ya desesperado.

—Sí lo haces.

—Piensa lo que quieras —la dejó por imposible. Le importaba una reverendísima mierda.

Llegaron a su destino, el apartamento de ella estaba a cincuenta metros.

—Sube a mi apartamento y te preparo un café, venga...es lo menos que puedo hacer para agradecerte lo que has hecho por mí —le dijo ella en tono suave y creando un ambiente íntimo.

—Estoy muy cansado, solo quiero ir a dormir —se bajó del coche para ir a abrirle la puerta, si no lo hacía no iba a salir de allí—. Sal y entra ya, tengo que irme.

Hiunsu se bajó ofendida y se fue más dolida aún.

Él tomó de nuevo el camino hacia la mansión, pero hubo un momento que torció muy rápido. Cambió de dirección y entró en otra carretera a toda velocidad. Tenía que ir al apartamento de Jisoo. Sabía que era bastante tarde pero tenía que saber que ella estaba allí y que se encontraba bien.

Llegó a los diez minutos, paró el motor y miró las ventanas, estaba todo apagado.

Allí se quedó un buen rato pensando en su pasado.

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Pasado

Pasado

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