—No puedo creerlo, tiene el móvil apagado —dijo Jisoo con lágrimas en los ojos.
—Ven aquí —Inyeop la atrajo hacia su pecho y la abrazó.
Estaban en el apartamento de ella. Él no quiso dejarla sola desde el momento que supo que su amiga iba a morir a causa de su enfermedad. Sentados en el sofá del salón intentaban poner en orden sus sentimientos por todo lo que estaba ocurriendo. Él tampoco se sentía bien con esa noticia, puso mucho empeño en ver a Youngsoo bien y curada. De nuevo había fallado a alguien que lo había necesitado.
—No entiendo por qué no quiere hablar conmigo, nunca hizo una cosa igual en los años que llevamos de conocernos —se enterró en los pectorales del que la tenía abrazada.
—Es su decisión Jisoo y no la nuestra, es muy duro para ella encontrar el camino hacia tí o hacia quién quiere —le acarició el pelo mientras la escuchaba llorar— mi hija... —quiso contar su experiencia pero se quedó un poco atascada la palabra, después se recompuso y siguió—. Mi hija tuvo sus altas y sus bajas. Había momentos en que me quería mucho y otros que me odiaba tanto que no me hablaba en todo el día.
—¿Entonces eso quiere decir que ahora me está odiando? —le acarició el pecho porque entendía su dolor, no hablaba mucho de ello pero sabía que también necesitaba cariño de su parte.
—No es odio como tal Jisoo, es rabia e impotencia de saber que va a morir. Ella no tiene la culpa pero siente que sí es la culpable de que su cuerpo no le haga caso y que se deteriore sin poder hacer nada por evitarlo.
Jisoo alzó su rostro para mirarlo.
—Gracias por venir a mi apartamento, sé que no tiene las comodidades a las que estás acostumbrado y aún así nunca te quejas.
—Las comodidades de las que hablas no sirven para nada cuando no tienes con quién compartirlas, así que como aquí es donde estás tú para mí es el mejor palacio que pude encontrar —bajó InYeop su rostro para besarla.
Jisoo le cogió por la nuca y se derritió con sus besos.
Desde aquel día que él le habló con el corazón y otra cosa en la mano se dieron una oportunidad de conocerse y estar juntos.
Hace dos semanas...
—He pensado que si yo te viera con ropas de ejecutiva y exponiendo un proyecto delante de mí en mi oficina, te follaria sin descanso y con tu culo encima de los papeles que tenga encima de mi mesa...
Los ojos de Jisoo se dispararon, se puso la mano en la boca y empezó a reír nerviosa.
—Tú no puedes haber dicho eso.
—¿Piensas acaso que no sé hablarle a una mujer? —se indignó InYeop.
—No sé, es que te ves tan serio siempre que ahora me has dejado...
—Eso es porque nunca me has visto en otras facetas un poco más íntimas —se levantó de su asiento y la cogió de la mano para que se pusiera a su altura. Ella se levantó y rezó para que al fin la tuviera en cuenta. Fue mucho el tiempo que esperó este momento.
—¿Crees que no sé hacer que una mujer grite mi nombre mientras está recibiendo placer de mi parte? —su voz había cambiado notoriamente, se había vuelto más ronca.
Y después de la pregunta le cogió el cuello de forma dominante con una mano y empezó a acariciarlo despacio para después apretarlo levemente.
—No sé yo que decir sobre eso la verdad —tragó ella y lo retó sin saber si era una buena idea porque sus ojos se habían oscurecido. Los vio así por primera vez y si antes era irresistible ahora era apocalíptico.
La volteó de repente y Jisoo puso sus manos deprisa en la encimera para no caer, aunque solo fue instinto porque él ya la tenía agarrada del vientre con su brazo alrededor. Le dejó claro que no la dejaría estamparse contra el mármol de la cocina.
Jisoo jadeó por ver lo dominante que había vuelto.
—Pues si no lo sabes tendré que explicarte como son las cosas para que nunca se te olviden —le dijo en el oído con la voz tan ronca y raspada que ella apretó sus manos en la fría piedra.
Notó como le bajaba los pantalones y las bragas de un tirón con su otra mano para dejar su culo expuesto y desnudo.
Se lo acarició despacio con la palma de su mano haciendo círculos en él.
—Dime si te gusta esto —le susurró para luego darle una nalgada que resonó en el espacio en el que estaban.
—¡Jesús! —replicó ella mordiendo su labio.
—¿Sabes el tiempo que me has estado tentando? ¿Sabes lo que he tenido que aguantar cuando me ponías entre las cuerdas con esas miraditas que me echabas? —le palmeó de repente el otro cachete.
—¡Oh! —exclamó ella echándose un poco hacia adelante por el impulso que recibió.
—No te muevas —le dijo autoritario para después atraer su trasero de nuevo hacia atrás—. Bonita vista tengo desde aquí cariño —escuchó su risa y a ella se le movió el corazón de su sitio, necesitaba escucharla con más frecuencia. Firmaría un contrato solo para eso.
—Estás en ventaja porque yo no pued...¡Ah! —sintió como le metía dos dedos en su interior.
—¿Quieres verme? ¿Eso es lo que quieres hacer? —le siseó en el oído mientras ella gemía sin control por estar moviéndose dentro de su intimidad sin darle tregua para que le pudiera contestar.
Cuando consiguió que llegara a ese orgasmo que lo encendió más a él que a ella la volteó de nuevo, pero esta vez para subirla a la encimera.
Jisoo estaba con las mejillas encendidas y toda despeinada. Respiraba con dificultad y su corazón latía más que los tambores de una batería de rock.
—¿Me puedes decir cómo me llamo? —le decía él mientras se desabrochaba el botón de su pantalón que bajó hasta quedar con ellos en los talones.
—InYeop —dijo ella bajito pero con claridad al tener ante sus ojos un pene como jamás había visto en su vida.
—¿Crees que podrás decirlo la próxima vez sin que se te rompa la voz? —le sonrió descarado mientras se masturbaba un poco delante de ella.
—No —le dijo ella de forma rotunda sin dejar de mirar aquello que pronto tendría dentro de su cuerpo. ¿Como hablar correctamente con algo tan grande taladrando su interior? Y de seguro lo haría con mucha fuerza porque de eso tenía mucho.
—Muy bien, solo era para dejarte claro... —flexionó un poco sus piernas para posicionar la punta junto a la intimidad de ella— ...que el dominio en el ámbito empresarial y la seriedad de un hombre nada tienen que ver con la forma de follarse a una mujer.
Y se la clavó sin miramientos y sin cuidado alguno. Ella gritó mientras él cogía sus caderas para que no se moviera y pudiera recibirlo completamente mientras la embestía una y otra vez.
Jisoo sintió punzadas agudas en su estómago, unas tremendas que la estaban volviendo tan loca que comprendió que todo lo que conoció antes en su vida nada tenía que ver con lo que le estaba dando InYeop.
Fue el mejor sexo que una mujer tendría jamás...
🔞🔞🔞
Pido perdón 🙏
Este capitulo se ha escrito mientras se escuchaba esta canción...
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Volver A Tí ♡♡
FanfictionSu lejanía, esa frialdad que lo caracteriza y no estar en el lugar indicado cuando fue necesario, traerán dolor al empresario Jeon Jungkook. Queda totalmente prohibida la adaptación de ésta historia sin mi consentimiento. Amor Enfermedad Dolor Cambi...