Jisoo estaba en su apartamento limpiando, dejó la mansión de InYeop porque su amiga había vuelto con su marido.
No estaría bien seguir allí sin un motivo, ¿qué pensarían? Además él en ningún momento le dijo que se quedase.
Ella trabajaba en una multinacional como vendedora online, a veces tenía que viajar, otras iba a la empresa y otras lo hacía desde casa.
Llamaron a la puerta y ella abrió sin pensar quién abría allí de pie.
—Hola, espero no molestarte por venir sin avisar.
El mismo InYeop había subido a la quinta planta de ese edificio que aunque no era viejo ni estaba descuidado, estaba lejos de ser un lugar visitado por alguien de su estatus.
Por eso estaban dos vecinas mayores cuchicheando al final del pasillo.
—Entra —le susurró ella y le dió un tirón de la chaqueta para quitarlo de la vista de esas arpías criticonas.
InYeop entró a trompicones que por poco se caen los dos al suelo.
Cuando consiguieron encontrar el equilibrio le abrió los ojos y respiró agitado.
—¡Jesús! ¿Algunas veces piensas las cosas antes de hacerlas Jisoo? —le espetó y se estiró las solapas de la chaqueta con las manos.
—¿Qué querías que mañana hablase todos mis vecinos de que un tipo rico viene a mi casa? ¿Sabes eso lo que significa para una mujer que vive sola como yo? Yo no tengo papi que pague mis facturas señor —le dejó claro con bastante genio.
—Yo no soy tampoco ningún papi que yo sepa, ni le pago las facturas a ninguna mujer —le aclaró con confianza en sí mismo.
Jisoo se sintió muy bien escuchándolo decir aquello. No tenía a nadie...¡YUJUUU! Se reía.
O espera...tal vez la que tiene está forrada igual que él y no necesita que le dé nada, pensó y se puso triste.
InYeop hacía mohines como los de ella con su boca y cara, le seguía el ritmo y de pronto se frotó la cara al darse cuenta.
—¿Como puedes cambiar de cambios de animo con tanta aceleración? Primero te ríes y después te pones triste.
Lo dejaba agotado. Era un nervio puro de verdad.
—¿Has venido nada más que a reñir y decir que no te gusta mi forma de ser? —le dijo ella y suspiró triste.
Aún no sé habían movido de donde estaban. Así que Jisoo se fue hacia su pez de colores con gesto serio y abrió un botecito que tenía al lado de la pecera, le puso un poquito de comida en el agua.
InYeop se mantuvo todo ese tiempo sin moverse del lugar intentando arreglar aquello que se había estropeado. No sabía cómo iba a solucionar el asunto.
Mira que venía con la mejor de las actitudes para invitarla a comer, y allí la tenía huyendo y enfadada.
—Yo no te he reñido, solo te hice una observación de cómo te comportas —quiso suavizar las cosas hablándole despacio y con tono amigable.
Ella lo miró de lado y abrió la boca para contestar, pero lo mismo que lo hizo la cerró.
—¿Qué ibas a decirme?
—Nada.
—No..nada no, dilo no te preocupes —quiso ser amable.
—No te lo digo que luego te enfadas —ella se movió hasta la cocina y él no tuvo más remedio que ir tras ella.
Notó que el espacio estaba decorado de forma espiritual. Era como si creyera en los espíritus. Le gustó un atrapasueños que vio colgado de la ventana que daba al exterior.
—No voy a enfadarme Jisoo, y perdona si antes fui brusco, es que creí que nos íbamos a caer.
Se metieron los dos en la cocina y ella empezó a sacar las cosas para hacer de comer. Eran hortalizas y un poco de carne de pollo. Le gustaba cocinar en sus días libres.
—¿Y qué, si nos hubiésemos caído? Nos levantamos y punto, es que creo que tienes un problema bastante gordo.
Cortó un puerro con demasiada energía, estaba utilizando un cuchillo de grandes dimensiones.
InYeop le atrapó la mano para cogerle el cuchillo y ella lo miró.
—Déjame a mí por favor.
—¿Tú? —se reía un poco.
—Si yo...tengo un curso de chef que...
—Ay dios del cielo ya estamos —le dejó coger el cuchillo y se alejó un poco de la isla.
—¿No te lo crees? Ahora verás.
InYeop soltó primero el cuchillo y luego se quitó la chaqueta que se la dió a ella para que la cogiera. Luego se subió las mangas de la camisa hasta los codos. Eso fue una bendición del cielo para Jisoo, pero no dijo nada. Y a continuación estaba él cortando en juliana aquel puerro que serviría para hacer una rica sopa.
Ya puesto cortó todas las verduras como un verdadero chef.
—¿No vas a invitarme a una copa siquiera? —lo escuchó decir y salió de su ensoñación. Había estado ahí sin mover un músculo con la chaqueta colgada del brazo.
—Claro —dijo ella y puso dos copas en la isla.
La comida estaba hirviendo cuando ellos charlaban con la copa en la mano.
—¿Hoy es tu día libre?
—Sí, en realidad tengo dos días antes de irme una semana a New York, tengo que intentar vender el nuevo producto de la temporada que viene, a una multinacional de allí.
Entonces vio como InYeop tragó. No sabía lo que fue que pasó por su imaginación, pero era algo obsceno. No pudo ocultarlo y eso la emocionó.
—¿Qué fue?
—¿Que fue qué?
—Lo que pensaste.
—¿Yo pensé?
—Uffff...ay dios me va a doler la cabeza con todo ésto, lo estoy viendo —se tocó el pelo un tanto desesperada por ver a un hombre tan soso como el que tenía delante.
Se levantó del taburete en el que estaba sentada para mover la comida de la olla.
—Te digo lo que he pensado si tú me dices a mí que era lo que no quisiste decirme antes.
Ella lo miró y vio la diversión en sus ojos, pero no en sus labios.
—Pero si lo hago no puedes enfadarte —le advirtió.
—Lo mismo digo contigo —le dejó él claro.
Uyyyy era gordo lo que tenía guardado el muy...
—¿Quién empieza? —dijo ella.
—Empieza tú.
—Pero luego no te hagas y me dejes a dos velas.
—Que no, que te lo digo.
—Bueno, ahí va...te iba a preguntar que si siempre te comportas como si te hubieran metido un palo por el culo.
Lo miró con recelo por si se hubiera enfadado con ella. Pero solo vio brillo en sus ojos marrones. Su iris se había agrandado.
—¿Que era lo tuyo? Dilo...ya escuchaste lo mío —había que avanzar.
—Solo era algo sobre tu trabajo.
—¿Mi trabajo? ¿Eso es guarro para que...
Le levantó la mano para que callase.
—No rompas el momento por favor y deja que te lo explique con mis palabras —se quejó InYeop.
Jisoo cerró sus labios con una cremallera imaginaria.
—He pensado que si yo te viera con ropas de ejecutiva y exponiendo un proyecto delante de mí en mi oficina, te follaria sin descanso y con tu culo encima de los papeles que tenga encima de mi mesa...
ESTÁS LEYENDO
Volver A Tí ♡♡
FanfictionSu lejanía, esa frialdad que lo caracteriza y no estar en el lugar indicado cuando fue necesario, traerán dolor al empresario Jeon Jungkook. Queda totalmente prohibida la adaptación de ésta historia sin mi consentimiento. Amor Enfermedad Dolor Cambi...