El Uno Siempre Está Y Estará Por Encima Del Dos

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Pov Daniela

-Espera Poché, por fa...- la sujeté del brazo

-¿Qué?- soltó enojada -No te hagas mente Calle. Solo fue un simple beso, no fue la gran cosa- dijo con frialdad.

-¿No fue la gran cosa?- mis músculos se tensaron -Tu reacción me dice lo contrario-.

-Ya te dije que no fue la gran cosa. Pensé que incluso tú podrías entender una frase tan sencilla como esa ¿Quieres que te la repita de nuevo?- dijo con remarcado sarcasmo -Solo quería ver si tus besos aún me hacían sentir como antes, pero definitivamente ya no- concluyó para luego salir del baño.

Un estremecimiento me recorrió el cuerpo, más de dolor que de otra cosa, al escuchar esas palabras salir de su boca con tanto desdén y frialdad. No podía creer lo que me acababa de decir precisamente en este momento en el que mi corazón aún galopaba salvajemente por la alucinante sensación de haber besado sus labios después de tantos años, después de haber soñado tantas noches con volver a sentirlos, de haberlos anhelados con desesperación, pero que ella reaccionara de ese modo no me lo esperaba. Sí, ella había correspondido a mi beso con la misma entrega y pasión, sin embargo, eso no quería decir que aún sintiera amor por mí y así me lo dejó saber. Este beso fue pasional, cargado con una alta dosis de deseo, un beso que fácilmente pudo haber sido correspondido como una reacción a un deseo carnal, a un momento de excitación y no necesariamente por un sentimiento de amor, pude sentir su deseo, pude sentir su pasión, pero el tipo de beso que compartimos no me permitió sentir un sentimiento más profundo de su parte. Tal vez y estoy perdiendo el tiempo en tratar de recuperarla, tal vez ya no hay nada que rescatar entre nosotras...No, no y no, sacudí la cabeza ante ese pensamiento, me niego a que Poché ya no me pertenezca, a que ella ya no me ame, no puedo permitirme cuestionarme seguir con mi plan a estas alturas, necesito de toda mi energía y concentración si la quiero recuperar. Me miré en el espejo, me arreglé el cabello y puse mi mejor cara para salir del baño como si nada. A veces solamente queda respirar profundo, cerrar los ojos, tragarse las lágrimas y sonreír. Simplemente no me iba a dar por vencida tan fácilmente, no por unas cuantas palabras hirientes de su parte. Con o sin amor ella vibró con ese beso y de allí me voy a agarrar para continuar en mi intento de reconquistarla.

Cuando estaba a punto de salir del baño ingresaron Juli y Abi, esta última me lanzó una mirada inquisidora, no le presté mucha atención y decidí esperarlas para regresar junto con ellas a la mesa, en el trayecto de vuelta nos encontramos con Paola, quien no había perdido tiempo para pasársela en la pista bailando con varios chicos y chicas. Al llegar a la mesa opté por ignorar a Poché y me centré en una agradable conversación con Paola, quería hacerle notar que sus palabras no me afectaron para nada, aunque me hayan golpeado brutalmente, pero mi actitud indiferente se derrumbó cuando la idiota de Angie se apareció y Poché se levantó de su silla para saludarla con mucha efusividad.

-Hola- le dijo Poché abrazándola.

-Hola princesa- Angie le susurró lo suficientemente alto para que todos escucháramos, la abrazó como si fuera de su propiedad y aspiró el olor de su cabello.

Rompieron su abrazo y Poché se la llevó tomada de la mano a la pista de baile. Traté, juro que traté de volver a concentrarme en la conversación que estaba compartiendo con Paola, pero me fue imposible, mi mente estaba con Poché en esa pista de baile, así que después de un rato de intentarlo, me disculpé con ella y arrastré a Johan conmigo para que mi cuerpo estuviera en el mismo lugar donde se encontraba mi mente.

-Hey, hey ¿A dónde llevas a mi novio?- preguntó Paula frunciendo el ceño.

-Jódete Galindo, primero fue mi amigo que tu novio- le guiñé el ojo y seguí mi camino con Johan.

Te Juro Que Te Sigo AmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora