El Elefante En La Habitación

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Pov Daniela

1 Mes Después

Entré al apartamento, dejé mis cosas sobre la mesa de la sala y me senté en el sofá con las luces apagada, solo con la iluminación tenue de la luna que llegaba desde la terraza, afortunadamente la semana llegaba a su final, estaba completamente agotada. Giselle me había asignado un nuevo proyecto luego de quedar gratamente satisfecha con mi trabajo en el proyecto de la escuela de arte para niños de la galería de Poché. El fin de semana pasado había sido la inauguración en la cual recibí muchos halagos por mi trabajo, no podía estar más agradecida con Paola por haber creído en mí y permitir que llevara las riendas del proyecto al igual que estaba agradecida con Giselle y por supuesto con Poché por la confianza que depositaron en mí.

Recosté la cabeza en el respaldo del sofá y cerré los ojos buscando relajarme y deshacerme un poco del cansancio de mi cuerpo. Hoy no había tenido comunicación con mi novia desde que nos escribimos al mediodía para cancelar el almuerzo que teníamos juntas por falta de tiempo, las dos estábamos atestadas de trabajo, así que en estos días nos veíamos antes de salir en la mañana y luego al llegar en la noche y últimamente no teníamos un horario especifico de llegada al apartamento.

Las cosas entre las dos aparentaban estar bien, pero era obvio que había temas que no habíamos cerrado y que silenciosamente estaban socavando nuestra relación. A pesar de que Juliana fue despedida del estudio luego de que Giselle se enterara de lo que me hizo y de que no hemos vuelto a saber de ella, ese era un tema que todavía nos afectaba. Sé que Poché aun cuando aceptó que el trato que hice con Juliana fue por sacarla lo más pronto posible de la cárcel, no terminaba de aceptar que haya quedado impune luego de haberse aprovechado de mí y ella no es la única que silenciosamente está molesta con eso, mi papá al igual que mi hermana y mis amigas incluida Paola no estuvieron de acuerdo con mi decisión. Otro asunto que no hemos hablado es el tema de Angie, ya estamos en el mes en el que se supone que debe ser su viaje a España para su cita médica ¡Dios! Solo espero que Poché haya desistido de esa tonta idea de acompañarla y permanecer en ese país junto a Angie, por el bien de lo nuestro espero que haya descartado esa idea. Siempre he esperado por ella, pero en estás circunstancia no estoy dispuesta a hacerlo. Ya no creo poder soportar más drama entre nosotras.

Sin contar que durante todo este tiempo Poché y yo no habíamos vuelto a intimar, las pocas veces que tuvimos cercanía de ese tipo no pasábamos de besos apasionados y caricias ardientes, pero hasta allí, no sabía si inconscientemente lo que había pasado entre Juliana y yo a pesar de que fue contra mi voluntad y no lo recordaba, nos estaba afectando en nuestra vida sexual. Mi hermana me recomendó que asistiéramos con un terapeuta para identificar lo que nos pasaba y trabajar en ello, lo cual me pareció buena idea, pero hasta el momento no lo había hablado con Poché.

Abrí los ojos cuando sentí los pasos de mi novia saliendo del ascensor privado -Hola- la saludé reincorporándome en el sofá.

-¡Hey, hola!- sonrió sorprendida -¿Qué haces allí en medio de la oscuridad?- preguntó sentándose a mi lado y dejando un dulce beso en mis labios mientras que con una de sus manos acariciaba suavemente mi cabello.

-Llegué tan cansada que a duras penas alcancé a llegar al sofá- murmuré soltando un suspiro de cansancio y volví a recostar mi cabeza en el sofá.

-Por un momento tuve la esperanza de que me dirías que estabas esperando por mí- susurró con sus labios sobre mi mejilla para luego besar juguetonamente la línea de mi mandíbula.

-Siempre espero por ti, siempre he esperado por ti. Pensé que a estas alturas lo tenías muy claro. Solo que hay veces en que no sé qué tan sano sea eso- mencioné fuera de contexto dejándome llevar por lo que hace unos minutos rondaba en mi cabeza.

Te Juro Que Te Sigo AmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora