Te Juro Que Te Sigo Amando

Tú Y Yo Vemos La Misma Luna ¿Cierto?

Pov Daniela

Luego de estar un buen rato observando las estrellas y pensando en Poché, me comencé a sentir somnolienta, así que me levanté con intenciones de ir a mi habitación a dormir, pero el sonido del citófono a altas horas de la noche me puso alerta.

-¿Sí?- respondí apresurada -No hay problema Antonio, autoriza su entrada- contesté ante la explicación de Antonio.

Colgué la llamada, fui hasta la puerta y la abrí en espera de la persona que anunció Antonio. La vi salir del ascensor y un sentimiento de calidez me abrigó el corazón.

-¿Qué haces aquí?- pregunté algo contrariada.

-¿De verdad creías que te iba a dejar sola esta noche?- respondió alzando sus cejas a modo de reproche a la vez que me regalaba una linda sonrisa -Hola- susurró mientras acariciaba mi brazo derecho.

-Hola- mi voz salió algo inestable -Le pedí que se quedará y hablara conmigo luego de contarle toda la verdad, pero prefirió ir a buscarla a ella- ahora mi voz se quebró completamente.

-¡Oh Cariño!- negó lentamente -Ven aquí- abrió sus brazos y me refugié en ellos como tantas otras veces lo había hecho. Paola me abrazó con dulzura mientras me consolaba.

[...]

-No solo te vas a tomar el día de mañana sino toda la semana. Ya me encargaré de hablar con Giselle y yo personalmente me haré cargo esta semana del proyecto de la galería. Eso sí, yo mañana tampoco voy a ir a la galería, también necesito un día sin ver a Poché, porque si mañana mismo la veo voy a decirle hasta del mal que se va a morir y por más que quiera sacudirla de la cabeza para ver que rayos tiene adentro sería muy poco profesional de mi parte, además Giselle me mataría si perdemos un proyecto por líos de faldas. Mira que ir a buscar a Angie y dejar su conversación a medias y tomarse a la ligera el que te hayas ido por protegerla- gesticulaba Paola indignada luego de que le contara mi conversación con Poché -Joder, claro que tiene que hablar con ella, pero no precisamente hoy mismo. Es que estoy que le pateó ese trasero, muy bien formado y bonito que tiene, por cierto ¿Es tan firme al tacto como lo es a la vista?- elevó su ceja intrigada y la fulminé con la mirada -Esta bien señorita celosa y posesiva, voy a hacer de cuenta que Poché no está como Dios manda, pero igual y así estoy que me la como- dijo mordiendo su labio y la volví a aniquilar con la mirada -Que me la como viva por comportarse de esa manera contigo-.

-Podrías por primera vez en tu vida dejar de ponerle connotación sexual a todo- me quejé tirándole un cojín a la cara que atrapó en el aire.

-Ya me conoces, no se me da muy bien lo de ser tan afectiva- replicó levantándose de su asiento para sentarse a mi lado en el sofá -Pero estoy aquí ¿No?- agregó acariciando mi cabello.

-Lo estás y te lo agradezco mucho- le sonreí cariñosamente -Y en cuanto a lo de la semana, no creo que sea necesario. No quiero faltar a mis responsabilidades del trabajo-.

-Bueno tal vez no una semana, pero si por lo menos un par de días. Y lo que vas a hacer es irte a esa granja que tienes y a la cual by the by no me has invitado y te...

-Hacienda- la corregí -Y si no te he invitado es porque no hace mucho regresamos al país y antes de vivir en Los Ángeles no éramos tan amigas, si te llegaba a invitar en ese entonces Poché me hubiese asesinado- ella rodó los ojos ante mi afirmación.

-Bueno hacienda, finca, granja, casa de campo como sea. Te vas a ir allá y te vas a recargar de energía, vas a reencontrarte contigo misma, a hacer una introspección y todas esas cosas que se hacen en esos sitios alejados del bullicio de la ciudad y cuando regreses vas a ser una Daniela que ya no le ruega nadie y que se joda Poché- iba a abrir mi boca para protestar, pero Paola alzó su ceja de forma amenazante dejándome saber que no iba a aceptar una negativa ante su propuesta. Se puso de pie y extendió su mano para ayudarme a levantarme -Bueno ahora intenta dormir un poco. Estoy segura de que las cosas se verán mejor mañana- dijo dándome un tierno beso en la frente.