Te Juro Que Te Sigo Amando

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Pov Poché

Calle se giró para dirigirse hacia donde se encontraba su auto y en el movimiento distinguió mi coche y abrió sus ojos con sorpresa. Bajé de mi auto mientras ella caminaba hacia mí.

-Hola ¿Qué haces aquí?- preguntó cortante y un sentimiento amargo en mi pecho se agudizó.

-Vine a sorprenderte, pero parece que yo fui la sorprendida- solté con sarcasmo.

Ella frunció el ceño -¿De qué hablas?-.

-¿De qué hablo?- dije entre dientes -¿Me puedes explicar quién era esa mujer con la que estabas hablando?-.

Frunció más el ceño -¿A qué mujer te refieres?-.

-No te hagas la tonta- no pude evitar levantar la voz -Me refiero a la hermosa mujer con la que estabas hablando y que te dio un beso en la mejilla antes de irse-.

-Ah, esa mujer. Es mi compañera de trabajo ¿Por qué? - dijo con simplicidad, encogiéndose de hombros.

-¿Una compañera de trabajo que te besa en la mejilla y te abraza así? No me jodas, Calle. La forma en que la mirabas y la forma en que ella te miraba a ti era más que obvia ¿Qué está pasando entre ustedes? Vi cómo le hablabas, como le sonreías. Parecía que estabas coqueteando con ella y viceversa- inquirí muy molesta, con los brazos cruzados y la mirada fija en ella.

Calle soltó una carcajada que hizo que mi enojo se elevara a la máxima potencia -Tú me estás jodiendo ¿Cierto? Porque no creo que precisamente TÚ- hizo énfasis en el pronombre señalándome molesta -Vengas a reclamarme a mí sobre coqueteos. A mí nadie me acarició con sus dedos el labio para luego llevárselos a su boca, así que ahórrate tu escenita ridícula de celos-.

-No son celos- dije a la defensiva -Me molesto porque estabas coqueteando con otra persona y eso me parece una falta de respeto-.

-¿Sabes qué? No pienso tener esta absurda discusión aquí en mi lugar de trabajo. Si quieres o tienes tiempo hablamos en el penthouse- dijo antes de darse la vuelta y dirigirse a su auto.

Me quedé pasmada en el lugar viendo como Calle subía a su auto y se marchaba sin siquiera esperarme. Me quedé unos segundos asimilando lo que acaba de pasar. Ella se había marchado sin importarle si la seguía o no, ella siempre ha sido tan atenta conmigo, por muy molesta que estuviera conmigo nunca ha dejado de estar pendiente de que esté bien, pero esta vez estaba tan enojada que no dudó en irse sin mirar atrás. Por un momento pensé en marcharme a mi casa y no ir a hablar con ella, pero inmediatamente deseché la idea, por muy mal que me haya sentado ver a Calle de lo más risueña con esa mujer misteriosa, necesitábamos hablar sobre lo que pasó en la clínica con Angie y aclarar todas las cosas que ella me dijo en el pasillo. Y ahora con esto que acababa de ver, las dos necesitábamos darnos muchas explicaciones. Estuve sentada en el asiento del auto por unos cuantos minutos tratando de organizar mis ideas, no quería llegar al apartamento con la cabeza llena de pensamientos locos y en lugar de arreglar las cosas con mi novia la terminara empeorando más. Si bien me molestó ver a Calle en esa actitud tan confianzuda con esa mujer, no podía acusarla de serme infiel o algo por el estilo, no podía simplemente atacarla sin esperar a que ella se explicara, menos después de que ella viera una escena más comprometedora entre Angie y yo que definitivamente era un malentendido. 

Luego de sentir que estaba un poco más calmada conduje hasta el penthouse, con algo de temor por la conversación que tendría con Calle. La sensación que me generó ver la interacción de mi novia con esa desconocida iba más allá de unos simples celos. En mi pecho se instaló una sensación de inseguridad, me sentía amenazada por la presencia de esa mujer en la vida de Calle. Sentía como si podría perderla.