El Trato

2.3K 159 4
                                    

Pov Daniela

Caminaba por el pasillo detrás del oficial que me llevaría hasta la celda donde se encontraba Poché. Había conseguido permiso para visitarla mientras autorizaban su salida. La tensión crecía en mi estómago mientras me acercaba a la celda.

Cuando llegué, la encontré sentada en el piso con su espalda recostada en la reja, mirando hacia la pared. No parecía haberse dado cuenta de que yo estaba allí hasta que la llamé por su nombre.

-Bebé- mi voz salió temblorosa.

Poché se levantó rápidamente del suelo, emocionada y atónita al mismo tiempo -¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó con una mirada de desconcierto -No deberías estar aquí a esta hora-.

-Necesitaba verte amor- respondí acercándome y colocando mis manos en la reja -¿Estás bien?-.

-¿Cómo estás tú?- dijo evadiendo mi pregunta.

Rodé los ojos -Yo te pregunté primero-.

-Estoy bien amor ¿Cómo no estarlo si te tengo frente a mí? Eso es más que suficiente para sentirme bien y feliz- tomó una de mis manos y besó dulcemente mis nudillos

Acaricié su mejilla a través de la reja. No podía dejar de mirarla. Parecía más hermosa que nunca, incluso en este lugar oscuro y deprimente -¿Por qué tienes que ser tan dulce cuando ni siquiera puedo abrazarte? ¡Dios! Te amo tanto bebé-.

Ella sonrió -Yo también te amo ¿Cómo hiciste para que te dejaran entrar?- preguntó curiosa.

-Tuve que hacer algunas cosas- respondí de manera esquiva -Pero sabía que tenía que verte. No podía esperar más tiempo-.

-¿Qué cosas?- inquirió con sus ojos brillando con una mezcla de intriga y desconfianza. Sentí un nudo en la garganta, era obvio que me iba a preguntar -¿Qué cosas Calle?- insistió mirándome a la expectativa.

-Se acabó el tiempo- llegó el oficial y me anunció, salvándome por los momentos de responderle a Poché -En unos minutos estará lista su orden de excarcelación y podrá salir de aquí- dijo ahora dirigiéndose a ella.

La cara de Poché fue de total desconcierto, alternó su mirada entre el oficial y yo, en busca de una explicación.

-Hablamos cuando salgas. Te estaré esperando afuera- le dije antes de dar la vuelta y ganarme unos minutos de más antes de que tuviera que explicarle lo que hice.

Esperé impacientemente que Poché fuera puesta en libertad. Luego de veinte minutos, que para mí parecieron horas, la vi que se acercaba a mí. Verla encerrada nuevamente fue lo peor, así que verla fuera de esa celda me alivio completamente, acorté nuestra distancia con pasos apresurados, sonreí hasta llegar a ella y no reprimí las ganas que tenía de abrazarla.

-Estás libre por fin. No soporto verte encerrada amor. No quiero que regreses más nunca a este lugar- el contacto de sus brazos rodeando mi cuerpo me reconfortó.

Poché buscó mi mirada y juntó nuestras frentes -Y yo no soporto estar sin ti cosita- atrapé sus labios con los míos en un beso corto, pero intenso.

-Vámonos ya de aquí bebé- agarré su mano para salir del lugar, ella me frenó y me miró en espera de una explicación -Sé que quieres explicaciones, pero hablamos en el apartamento ¿Sí?- parecía no muy convencida, pero igual asintió.

Cuando llegamos a la puerta de salida una voz nos hizo detener nuestro camino.

-Cumplí con mi parte del trato Daniela, ahora espero que tú mantengas lo que me prometiste cuando estuviste conmigo esta tarde en mi casa y que no me salgas con una sorpresita- soltó Juliana con toda la intención de que Poché mal interpretara sus palabras.

Te Juro Que Te Sigo AmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora