Te Juro Que Te Sigo Amando

No Va A Ser Tan Fácil Esta Vez Poché

Pov Daniela

...¿Me das la oportunidad por favor?- susurró suplicante con su voz rota.

Me mantenía en silencio y la mirada de Poché mostraba temor, las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas y pude sentir el ligero temblor de sus manos sobre mis mejillas. Me dolía verla así, quería abrazarla y decirle que sí, que la perdonaba, que todo estaba bien, pero eso sería una mentira, porque nada estaba bien entre nosotras en este momento. Necesitaba darme mi lugar, por más que la amo con todas mis fuerzas no podía seguir esperando que ella en algún voltee a verme, esperando que ella en algún momento se dé cuenta que estoy aquí muriendo por su atención. No la quiero a medias, no quiero conformarme con el tiempo que le sobre después de que le haya entregado la mayoría a Angie. Ya no quiero ni puedo seguir siendo la segunda en su lista...No más.

-Poché- dije suavemente. Quise separarme de ella, pero aferró más sus manos a mi rostro y mantuvo nuestras frentes unidas.

El desespero en su agarre y en su mirada mostraban que había entendido por mi tono de voz que lo que le iba a decir no era lo que ella esperaba, lo que ella anhelaba.

-Mi amor, por favor- el suplicio en su voz hizo que mi corazón doliera -Te amo y te necesito en mi vida, no me dejes por favor...Te lo suplico- rogó en un hilo de voz.

Haciendo uso de todo mi autocontrol, para no sucumbir a su cercanía, al calor de su aliento sobre mi rostro, al miedo y dolor reflejado en sus hermosos ojos, la tomé de las muñecas quitando sus manos de mi rostro y me alejé de ella.

Caminé hacia el ventanal que daba acceso a la terraza y fijé mi mirada en el horizonte -¿Te das cuenta de qué esta conversación se parece mucho a la que tuvimos ya hace un poco más de un mes en la hacienda?- mencioné aún de espalda a ella -Una conversación basada en la misma historia. Angie siendo tu prioridad, tú dejándome a un lado por ella, yo diciéndote que ya no podíamos seguir así, tú pidiéndome la oportunidad de arreglar las cosas, yo accediendo a tu petición Y ¿Cómo terminó todo?- pregunté girándome hacia ella, frunciendo mis labios a la vez que me elevaba mis hombros -Todo terminó como al inicio...Angie como tu prioridad, tú haciéndome a un lado y yo cansada de seguir en la misma situación- me adelanté a responder ya que era una pregunta retórica –¿Otra oportunidad para qué Poché? ¿Para que, a la semana o al mes se vuelva a repetir la misma historia, el mismo círculo vicioso? ¿Notaste que permitiste que Angie se metiera tanto en nuestra relación que esto se ha convertido en un maldito trío tóxico?- ella solo negaba en silencio mientras sus lágrimas no paraban -Pues eso somos ahora, así que déjame informarte que hasta aquí llegué yo, ni de coña pienso seguir en ente jueguito en el que un día soy importante para ti y al otro simplemente dejo de existir. Nunca he sido fan de los tríos y este particularmente me enferma. Estoy fuera María José...Esto se acabó- pronuncié mostrando una seguridad que por dentro no tenía. Tuve que hacer un enorme esfuerzo para que mi voz no se quebrara y para que el nudo instalado en mi garganta no se convirtiera en lágrimas.

-Yo no te he sido infiel Calle, yo no he estado con nadie estando contigo. Yo no te mentí jurándote amor mientras estaba con otra persona- gritó con rabia, sabía muy bien que estaba haciendo mención a mi relación con Santiago mientras estaba con ella -Yo te di la oportunidad, a pesar de todo, mi amor por ti era más grande que el dolor que tu traición me causó. Angie nunca ha sido más que una amiga para mí, yo nunca te he engañado con ella. Tú si me engañaste y aún así te perdoné, aún así te dejé entrar de nuevo en mi vida...Yo te di la oportunidad- dijo señalándome a modo de reproche.

-Yo me gané esa oportunidad, yo enmendé mi gran error, yo jamás volví a engañarte con otra persona, desde el primer momento en que te pedí perdón no hice más que demostrarte que eras lo más importante de mi vida, siempre has estado de primera en mi vida, no he hecho más que buscar tu bienestar por encima del mío, pero me cansé de pensar primero en ti cuando tú no haces lo mismo- grité ya hastiada de toda esta maldita situación que me frustraba cada día más -La diferencia entre tú y yo es que yo si aproveché mi oportunidad contigo. Ahora llegó el momento de pensar primero en mí y no puedes culparme por eso– concluí y pasé la mano por mi cabello soltando un suspiro cargado de hastío.