Te Juro Que Te Sigo Amando

Quiero Recuperar Tus Gemidos Y Arañazos

(+18)

Pov Daniela

Incliné mi rostro en busca de sus labios, pero Poché se separó de mí dejándome desconcertada. Sacó un pequeño estuche de su chaqueta. Me miró con algo de ansiedad en sus ojos y abrió el estuche dejándome ver dos anillos dentro de él...nuestros anillos.

-Cosita ¿Quieres ser mi novia?-.

-¿Esos son nuestros anillos?- pregunté contrariada señalando la cajita frente a mí.

Poché elevó sus cejas con una expresión divertida en su rostro -¿Eso fue un sí o un no?- a pesar de su semblante bromista en su voz pude detectar sus nervios.

-Oh bebé, claro que sí- me apresuré a responder con una enorme sonrisa en mi rostro que ella correspondió con una igual.

Aún con las sonrisas adornando nuestros rostros, ella se acercó a mí y me besó con toda su alma. La rodeé con mis brazos y la apreté contra mí, sabiendo que nunca la soltaría otra vez. Era el recomienzo de nuestra historia de amor y estábamos dispuestas a luchar por ella. Poché unió nuestras manos y me llevó para que nos sentáramos nuevamente en la manta dispuesta sobre la hierba. Lo hicimos al estilo seiza una frente a la otra.

-El día que técnicamente me secuestraste y fuimos a tu apartamento- explicó divertida mientras yo ponía los ojos en blanco, sacó uno de los anillos y colocó la cajita con el otro anillo a un lado en la manta -A la mañana siguiente vi en tu mesita de noche una cadena con nuestros anillos como dijes, cuando entraste a la recamara los regresé a su lugar- esa noche con ella había sido tan reveladora y emocionante que no me percaté que los anillos estaban a la vista, en ocasiones había usado la cadena con los anillos colgando de ella, delante de Poché, pero siempre con una prenda de ropa que los ocultara, era mi manera de sentirla cerca -Pero luego cuando salí de ducharme sin pensarlo tomé la cadena y estuve admirando los anillos por un buen rato, recreando en mi mente lo que me recordaban, uno de los días más felices de mi vida y tratando de imaginar por qué aun los conservabas después de tantos años, aunque parecía evidente las respuesta aún me costaba aceptar que lo hicieras por amor hacía mí y a lo que un día fuimos- suspiró con algo de culpa -No sé qué me llevó a guardar la cadena en el bolsillo de mi pantalón, solo sé que sentí la imperiosa necesidad de volver a sentir la sensación de llevar puesto en mi mano lo que un día había simbolizado mi amor hacía ti, obviamente no me lo iba a poner estando en tu casa, corriendo el riesgo de que entraras y me lo vieras puesto, así que creo que por eso lo hice. Sabía que luego lo regresaría lo que no sabía era cómo y no puedo estar más feliz que sea de la manera como lo estoy haciendo hoy, cualquier otro en mi lugar pensaría que es de mala suerte usar los mismos anillos, pensarían que sería un recordatorio de que no funcionó la primera vez, pero para mí son el recordatorio de que me amas tanto que harías cualquier cosa por mí- tomó una bocanada de aire y me miró con determinación –Cuando me pediste ser tu novia me dijiste que estos anillos representaban una promesa, la promesa de amarnos por siempre y nunca soltarnos las manos- sentí una ligera punzada al recordar que no pude cumplir parte de esa promesa, ella pareció notarlo y tomó una de mis manos dándole un ligero apretón y regalándome una sonrisa comprensiva -Ahora sé que si soltaste mi mano fue por protegerme y que tu promesa de amor por mí sigue intacta y sabes muy bien que mi promesa de amor por ti sigue igual de intacta- Poché levantó mi mano y tomó  mi dedo anular -Quiero que sepas que esto es una promesa de amor eterno, una promesa de un futuro juntas. Que, aunque por personas externas nuestras manos se soltaron, nuestros corazones nunca lo hicieron. Aún llevas grabado mi futuro en tu piel- Poché leyó la inscripción del anillo antes de colocarlo con delicadeza en mi dedo anular, mis ojos se anegaron de lágrimas me sentía tan abrumada de amor y de emoción. Era solo una palabra lo que había agregado Poché a la inscripción original, pero le daba un significado tan especial y poderoso. Ella sonrió con dulzura y deslizó con delicadeza el anillo en mi dedo.