Juliana...Se Llama Juliana Velásquez

3.1K 199 22
                                    

Pov Daniela

-¿Quieres tomar algo?- pregunté con voz neutra mientras tomaba mi vaso de la mesita y le daba un sorbo a mi bebida.

Poché se paró frente a mí -No, gracias. Prefiero estar sobria para la conversación que vamos a tener- dijo seria viendo el vaso en mi mano y luego a mí.

Solté una pequeña risa socarrona -Es solo un trago Poché, no te estoy ofreciendo la botella completa. Y si a ver vamos, en ningún momento te ofrecí alcohol-.

-Estoy bien así- respondió con el mismo tono serio -Hasta donde sabía nunca has sido de tomar whisky- dijo escudriñándome con la mirada.

Le mantuve la mirada sin responder, tomé otro trago de mi vaso y me levanté para entrar al living. Me dirigí al bar y aunque aún no había terminado con mi trago tomé la botella de licor y recargué mi bebida. Sentí los pasos de Poché entrando detrás de mí.

-Podría decir que últimamente hay muchas cosas que no sabes de mí, pero en este caso tienes razón no soy de tomar whisky- respondí de espaldas a ella. Alcé mi vaso y me puse a analizar el líquido en él -¿Sabes? La gente dice que no es bueno mantener una discusión cuando se ha tomado porque podrían decirse o hacerse cosas de las cuales unos podía arrepentirse después. Pero tomarse un trago, máximo dos, creo que sirven mucho para ayudar a canalizar la rabia y en cierta medida eso también te ayuda a no decir ni hacer cosas por el calor del momento. Por lo menos a mí me está ayudando-.

-Siendo así entonces, supongo que debería aceptar tu oferta de tomarme algo. De repente a mí también me ayuda a bajar la rabia que tengo en este momento- mencionó con cierta burla.

Negué con la cabeza y dejé el vaso en la barra del bar -No tomes ese camino Poché- dije volteándome a verla -No te atrevas a comparar la rabia que yo puedo sentir en estos momentos, no solo por lo que vi en la clínica sino por lo que ha venido sucediendo estás últimas semanas, con la supuesta rabia que dices sentir por verme despedir de una compañera de trabajo con la cual no tengo absolutamente nada. No hay ni punto de comparación- pronuncié viéndola fijamente apretando mi mandíbula.

Poché se quedó en silencio por unos segundos solo viéndome hasta que soltó un largo suspiro -Calle- dijo en un tono conciliador -Lo que viste esta tarde no es nada más que una confusión-.

-¿Una simple confusión?- dije alzando la voz con sorpresa y entrecerrando mis ojos -Lo que falta que me digas que lo que vi fue una maldita ilusión óptica- solté con remarcado sarcasmo.

-¿Será qué podemos hablar sin sarcasmo de por medio?- preguntó acariciando sus sienes.

-Siempre que hablemos con la verdad- repliqué.

-Amor no tengo porque mentirte, no tengo nada que ocultar- dijo dando un paso hacía mí y no dudé en alzar mi mano para detenerla.

-En estos momentos es mejor que mantengamos la distancia- expresé cortante.

-Está bien- dejó caer sus hombros mientras su voz y sus ojos expresaban tristeza por mi actitud. Pero realmente estaba demasiado enojada y dolida. Poché se sentó en el sofá, apoyó sus codos sobre las rodillas y entrelazó sus manos antes de comenzar a hablar, en tanto yo me mantuve de pie junto al bar -Estaba conversando con Angie mientras comíamos helado. Me manché la boca sin darme cuenta y Angie limpió el residuo que había quedado en mi labio con su dedo y...y luego se lo llevó a su boca. Sé que tienes razón en estar enojada, si fuera estado en tu lugar también estaría a reventar de la rabia, pero te juro mi amor que si yo me quedé inmóvil no fue disfrutando de su contacto sino porque me tomó por sorpresa lo que hizo y se lo dejé saber, le dije que no podía malinterpretar la amistad que le estaba brindando y tomarse esas atribuciones- me miró suplicante.

Te Juro Que Te Sigo AmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora