Te Juro Que Te Sigo Amando

¿Estás Lista Para Una Noche Especial?

Pov Daniela

-...No te quiero perder, tengo miedo de que nuestras almas se separen y la tuya no encuentre el camino de regreso a mí. Sé que estás cansada de intentarlo conmigo, pero ¿Me puedes dar la oportunidad de arreglar esto? ¿Me dejas quedarme contigo amor?- dijo en un hilo de voz, mirándome suplicante.

Estaba haciendo mi mayor esfuerza para contener las lágrimas que amenazaban con salir desde hacía rato. Escucharla decir que me ama, que no me quiere perder, con tanta convicción con tanto sentimiento habían hecho aletear mi corazón, mi decisión de alejarnos, de no seguir luchando por ella, por nosotras comenzaba a debilitarse. Ella había estado dispuesta a darme una oportunidad cuando pasó lo de Santiago, yo no podía negarle a ella la oportunidad que me está pidiendo, no sería justo, al fin de cuentas era lógico que Poché sintiera ese rencor y esa aprehensión contra mí, luego de haber estado ausente durante cuatro años de su vida sin explicación alguna. Yo me había ido en silencio luego de hacerle el amor, ella me vio marcharme de la mano de Santiago, luego Angie le hizo creer que Paola y yo manteníamos una relación amorosa y todo esto implícitamente lo confirmaba mi silencio durante todo ese tiempo. Ella tenía razón, las dos éramos víctimas de las circunstancias, no podía culparla por creer que la había traicionado.

Esto es lo que quería escuchar de sus labios, cada una de las palabras que dijo era lo que había anhelado que me dijera, era imposible no caer por ella, ante ella, era humanamente imposible.

Llevé mis manos a sus mejillas sin perder el enlace de nuestras miradas y el contacto íntimo de nuestras frentes -Cuando dos almas están destinadas a estar unidas, sin importar que tan lejos estén la una de la otra, terminarán como deben estar... juntas. Mi alma encontró el regreso a ti luego de cuatro años y allí quiere permanecer entrelazada con la tuya- susurré con dulzura, sus ojos se iluminaron con un destello que hizo vibrar mi pecho -¿Vas a luchar por mí?- pregunté con una ligera sonrisa.

Poché colocó sus manos sobre las mías en sus mejillas -Con todas mis fuerzas- me miró con convicción, con una seguridad que me contagió.

-Sé que te dije que estaba cansada de luchar por nosotras y es verdad- vi como su semblante decayó y bajó la mirada -¡Hey!- coloqué mi pulgar y mi dedo índice en su barbilla para que me mirara -Cansada de luchar sola, pero si es contigo, a tu lado, yo quiero luchar por nuestro amor. Te amo mucho, pero no quiero seguir luchando si no estamos en la misma página. Yo estoy comprometida a hacer todo lo necesario para arreglar las cosas entre nosotras, pero necesito saber si tú estás dispuesta a hacer lo mismo ¿Vas a luchar conmigo?- reformulé mi pregunta anterior, necesitaba que Poché entendiera que ahora esto era de las dos, que las dos debíamos luchar a partes iguales por rescatar lo nuestro.

-Yo estoy más que comprometida Calle. Voy a luchar por nosotras y demostrarte que quiero envejecer a tu lado. Voy a luchar por ti cada día, voy a luchar por ti que eres la chica de mis sueños, así como de pronto te conviertes en la chica que me saca de mis casillas, voy a luchar por ti que eres mi chica arrogante, así como llegas a ser la chica que me mata de ternura. Por ti, mi chica que me mantiene cuerda con la misma facilidad con la que me vuelve loca- sonreí como idiota, sus palabras lograron derretir mi corazón haciéndolo latir frenéticamente -Voy a luchar por ti, por nosotras hasta que exista una razón para no hacerlo y aún así me inventaría mil razones para seguir luchando por nuestro amor- susurró cerca de mis labios.

Sus ojos me veían con tanta ternura, con tanto amor, con tanta adoración. Nos quedamos perdidas en la mirada de la otra, después de sus palabras no había nada que pudiera decir que superara lo que ella acababa de expresar. Poché estaba a milímetros de mis labios, pero no se atrevía a terminar de cortar la distancia, sabía que dadas las circunstancia en donde ella era la que estaba pidiendo perdón, esperaba que fuera yo la que diera el primer paso y sin dudarlo lo hice.