Stand By Me

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Pov Poché

En un movimiento descuidado mientras dormía mi dorso quedó sobre la mano que tenía lastimada haciendo que el dolor me despertara. Maldije entre dientes y me incliné para encender la lampara sobre la mesita de noche. Revisé el vendaje que me hizo Calle verificando que no tenía manchas de sangre.

Decidí bajar a la cocina para ir por un poco de agua. Al bajar las escaleras la silueta de Calle recostada en una de las tumbonas de la terraza se vislumbró ante mis ojos. Me acerqué al ventanal y me quedé atrapada admirando su perfil...Su perfecta belleza. Ella estaba pensativa con su vista fija en el cielo... Ella estaba viendo las estrellas...Sin mí. Fue inevitable no sentir una punzada de dolor y no precisamente en mi mano herida, sino en mi pecho ¿Cómo pude ser tan idiota y no darme cuenta que la había relegado a un segundo plano por mi afán de tratar de sentirme menos culpable con Angie y dedicarle la mayor parte de mi tiempo? ¿Tanto la había lastimado al punto de que prefería mantener cierta distancia conmigo?

Estaba indecisa si acercarme a ella o regresar a la habitación y darle su espacio. Si estaba allí en mitad de la noche significaba que necesitaba estar a solas. Giré para continuar hacia la cocina por mi vaso de agua y subir a la habitación, pero no había dado más de dos pasos cuando decidí salir a la terraza. A lo mejor era egoísta de mi parte romper su momento de introspección, pero quería demostrarle que yo estaba allí...con ella...para ella. Que no había un lugar en el que quisiera estar más que a su lado y que no volvería a alejarme de ella, de la manera en la que tan estúpidamente lo había hecho.

-Por lo visto mirar las estrellas contigo forma parte de la lista de las cosas que tengo que volver a ganarme, voy a tener que esforzarme si no quiero que esa lista siga aumentando- dije en tono bromista al acercarme a ella. Calle se sobresaltó ante mi intromisión de improvisto  -Lo siento no fue mi intención asustarte- me excusé sentándome en la tumbona de al lado con mi cuerpo girado hacia ella.

-¿Cómo supiste que estaba aquí?- preguntó recuperándose del susto.

-Estaba durmiendo plácidamente cuando una estrella en un intento por despertarme me susurró al oído que mi hermosa novia estaba admirando las estrellas sin mí- relaté con una sonrisa en mis labios

-¿Ah sí?- respondió Calle alzando su ceja divertida -¿Entonces una estrella escapada del cielo te despertó susurrándote al oído?- recalcó divertida.

-En realidad lo que me despertó fue el golpe que me dio en la cabeza al recordarme lo idiota que he sido por hacer sentir a mi novia que no me importa, cuando no es así, y por haber perdido tantos privilegios con ella, los cuales me muero por volver a tener- traté de enmascarar con una sonrisa divertida lo triste que me sentía por las cosas que Calle, por los momentos, no se sentía cómoda de hacer conmigo.

Calle me miró fijamente por unos segundos con una linda sonrisa plasmada en sus labios -Ven acá- dijo con dulzura extendiendo su mano hacía mí.

Sin dudarlo tomé su mano, ella se rodó hasta la orilla de la tumbona dándome el espacio para que me sentara detrás de ella. Apoyé mi espalda en el respaldo del asiento y Calle recostó su cuerpo en mi pecho. Rodeé su cintura con mis manos dejándolas descansar sobre su vientre y ella entrelazó nuestros dedos, teniendo mucho cuidado con mi mano lastimada. Aspiré con fuerza el embriagante aroma que desprendía su cabello, llenándome de una paz profunda, el momento de paz que embargaba a mi alma al estar así con ella. Fue irresistible no dejar un beso en su cabello.

-Quiero que sepas que entiendo que Angie ha estado convaleciente y ha necesitado de tu atención y que nuestra discusión no se trata de que dejes de ayudarla, nunca te pediría eso. Se trata de que tengamos una relación sólida y confiada. Necesito que me dediques tiempo, que hablemos de nuestras preocupaciones y necesidades. Que podamos confiar la una en la otra para que juntas podamos superar cualquier obstáculo que se nos presente- dijo mientras jugaba con nuestros dedos -Que nunca dejemos de ser la prioridad de la otra-.

Te Juro Que Te Sigo AmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora