Te Juro Que Te Sigo Amando

Siempre Voy A Protegerte Mi Amor

Pov Calle

Abrí los ojos con dificultad, sintiendo el peso del sueño aún en mi cuerpo. Me desperté con un ligero dolor de cabeza y una sensación de aturdimiento que me costó algunos minutos despejar. Miré a mi alrededor y fruncí el ceño extrañada al darme cuenta de que mi novia no estaba allí. En su lugar, vi a Juli, que estaba sentada en el sillón del cuarto junto a la ventana, leyendo un libro.

-Hola, Calle ¿Cómo te sientes?- me preguntó con voz preocupada, levantándose y acercándose a la cama.

-Bien, supongo-respondí con una voz ronca y somnolienta -¿Qué estás haciendo aquí, Juli?- me froté los ojos y me senté en la cama -¿Dónde está Poché?- pregunté todavía algo confundida.

-Poché me llamó para que por favor te cuidara mientras ella regresaba- respondió Juli -Se fue hace un par de horas. No quiso despertarte-.

Fruncí el ceño aún más confundida -¿A dónde fue?- pregunté sintiendo una punzada de preocupación en el estómago.

Juli se encogió de hombros -No lo sé, no me dijo. Solo dijo que tenía que hacer unas cosas y que pronto regresaba-.

-Voy a llamarla- busqué mi teléfono en la mesita de noche. Desbloqueé el celular y marqué el número de Poché, pero ella no contestaba. La llamé varias veces más, cada vez más preocupada, pero no hubo respuesta. Dejé un mensaje de voz, pidiéndole que por favor me llamara y me levanté de la cama, sintiendo que mi corazón latía con fuerza y un escalofrío recorrió mi cuerpo ante el presentimiento que se cruzó por mi mente. Solo esperaba estar equivocada. Poché no era el tipo de persona que salía sin decir a dónde iba. Y menos se iría justo en este momento por el que yo estaba pasando, así fuera dejándome con alguien de confianza como Juli para que me acompañara. Me imaginé que si ella estaba aquí era porque Poché le había contado lo de la prueba.

Mi amiga me observaba en silencio, con una expresión preocupada -¿Qué pasa Calle?- preguntó cuando vio que lancé el celular a la cama soltando un suspiro de frustración.

-Juli, no puedo evitar sentirme terriblemente preocupada. Anoche, no solo Juliana se aprovechó de mi borrachera, ella... bueno, si estás aquí es porque ya sabes todo lo que pasó-dije con un tono de tristeza en mi voz.

Ella asintió -Lo siento mucho Calle. No puedo imaginar lo difícil que debe ser para ti- respondió Juli con compasión.

-Lo peor de todo es que no he podido contactar a Poché. Tengo miedo de que haya ido a buscarla- comencé a caminar de un lado a otro -Si algo le pasa a Poché por mi culpa no me lo voy a per...

-Tranquila Calle. Si ese es el caso, no va a pasar nada más allá de que Poché la ponga en su sitio- dijo interrumpiéndome.

-Eso es precisamente lo que me preocupa- pronuncié angustiada.

-Calle siéntate por favor. Poché seguramente está bien y ya debe estar por llegar- Juli palmeó el colchón para que me sentara.

Me senté en la cama junto a Juli. Ella puso una mano reconfortante sobre mi rodilla -¿Cómo lo estás llevando, amiga?- preguntó, con un tono suave pero preocupado.

Suspiré, sintiéndome vulnerable -No sé, honestamente. Me siento enojada y confundida, pero también siento que es mi culpa por beber demasiado y no estar en mi sano juicio-.

Juli me miró fijamente, su expresión se tornó más seria -No, Calle. No es tu culpa. Esa desgraciada nunca debió aprovecharse de ti de esa manera, incluso si estabas ebria. ¡Dios ella te drogó! No hay excusa para eso- dijo enojada.