Juego De Preguntas

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Pov Poché

Llevaba un buen rato despierta, acostada boca abajo con mi cara apoyada sobre la almohada al igual que Calle que aún permanecía dormida. Despertar y encontrarla junto a mí, saber que lo de anoche no fue un sueño, que ya no había más mentiras, ni secretos entre las dos, que estábamos juntas de nuevo, me hacía sentir la mujer más feliz del mundo. No podía dejar de mirarla, se notaba en sus facciones que se había convertido estos cuatro años en una mujer mucho más hermosa que antes y con más madurez, pero al verla tan apacible, con su rostro relajado se veía igual que esa chica creída de dieciocho años de la que me había enamorado perdidamente. Porque sí, estaba, estoy perdidamente enamorada de ella. Durante todos estos años siempre he sabido que aún la amaba, que la amo, pero tenía terror de admitirlo, miedo de ser lastimada de nuevo, pero ahora que ya por fin sé la verdad, me siento segura de ella, de este amor, de nuestro amor. Calle es el amor de mi vida, mi alma gemela, mi gran historia de amor.

Calle comenzó a moverse a punto de despertar, así que me hice la dormida, percibí como su cuerpo se acercaba al mío y la escuché soltar un ligero suspiro. Comenzó a trazar líneas imaginarias por mis espalda desnuda -Despierta bella durmiente- susurró en mi oído con voz ronca. Pasó sus dedos delineando todo el contorno de mi rostro -Sé que estás despierta- sus caricias nuevamente viajaron a mi espalda y continué haciéndome la dormida para deleitarme con sus suaves mimos -Dios bendito tu trasero debería ser nombrado la octava maravilla del mundo- pronunció acariciando mis glúteos por encima de la sábana.

Me fue imposible no esbozar una sonrisa ante su comentario. Calle comenzó a hacerme cosquillas -No Calle, déjame- ella me ignoró por completo y siguió punzando con sus dedos mis costillas -Amor ya por favor- supliqué en medio de risas colocando mi espalda sobre el colchón. Se apiadó de mí dejando mis costillas.

-Eso te pasa por engañarme haciéndote la dormida- se hizo la ofendida subiéndose encima de mí -Buenos días bebé- me saludó con una enorme sonrisa que expresaba felicidad mientras me observaba con fascinación.

-Buenos días cosita- le devolví la misma sonrisa de felicidad, acaricié su frente apartando unos mechones de cabello que caían sobre ella permitiéndome detallar su maravilloso rostro a profundidad, sus profundos ojos marrones que hacen que me pierda en ellos, su nariz simétrica y armoniosa, sus perfectas cejas, sus labios tan suaves y dulces hechos a la medida para encajar con los míos -¿Cómo es posible que puedas amanecer tan perfectamente hermosa?-.

-¿Quieres saber cómo es posible?- asentí aún embobada admirándola -Porque desperté junto a ti, al amor de mi vida, mi novia, la mujer que me hace inmensamente feliz- besó con ternura la punta de mi nariz -Por eso amanecí así y más que amanecer perfectamente hermosa como dices tú, amanecí feliz-.

Calle me miraba dulcemente con tanto amor, sus ojos tenían un brillo especial, que hicieron que una agradable calidez se instalara en mi pecho. Al ver esa expresión de amor en su mirada sentí como si nunca nos hubiéramos separado, era una mezcla de devoción y ternura que provocaba en mí una sensación de paz y tranquilidad.

-Aún no puedo creer que estemos así, aquí juntas, que seas mi novia otra vez. Todos estos años intentando aparentar que ya no sentía nada por ti, que ya no te amaba, que te había olvidado, sin poder ni querer expresar la tristeza y el dolor que me carcomía de que no estuvieras a mi lado. Esa noche en la inauguración de la galería, cuando te volví a ver luego de tantos años, cuando tus ojos se reencontraron con los míos sentí que mi corazón se desbordaba de amor por ti, pero también sentí mucha rabia, por eso me comporté en muchas ocasiones como una imbécil contigo- solté un suspiro pesado -Entiendo todo lo que sucedió, el por qué de nuestra separación, pero no te niego que me fuera encantado saber la verdad desde un comienzo para poder haber hecho algo y así no haber desperdiciado cuatro años de mi vida sin ti a mi lado y no lo digo a modo de reproche amor, pero estos años sin ti fueron una tortura-.

Te Juro Que Te Sigo AmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora