Red Moon //Sasusaku, Naruhina, Saiino, Nejiten, Shikatema//

16. They're coming

¿Qué hago?. Pensó Temari bebiendo de su botella, no sabia si ir o no a la casa de ese extraño, había algo en él que no le gustaba, estaba completamente segura que no era alguien de fiar; pero por otro lado, necesitaba esa información, debía saber qué contenía el famoso libro y en dónde estaba, debía encontrarlo ya.

Se incorporó y tomó su mochila antes de salir de la biblioteca, mientras caminaba por los pasillos observó por la ventana, el sol brillaba en lo alto del cielo y los adolescentes se divertían en el patio, había pasado mucho tiempo desde que ella se había relajado y divertido.

Y con un suspiro y la mente atormentada con pensamientos contradictorios se dirigió a su siguiente clase del día: Historia.

(...)

Shikamaru dejó de escribir en el pizarrón los ejercicios tan problemáticos y volvió la vista hacia la clase, la mayoría de las chicas del salón bajaron la mirada con las mejillas encendidas, le estaban viendo el trasero. Excepto por dos chicas, una de ellas lo seguía mirando como a un pedazo de carne: Kim, y la otra estaba ensimismada en sus pensamientos, no le había dirigido la mínima mirada desde que entró, algo la atormentaba, y él iba a descubrir qué era.

- Señorita Anhel -la llamó cuando se sentó, Temari levantó la cabeza, saliendo de sus pensamientos- Estamos en clase, trabaje.

Ella asintió, pero él sabía que no le haría caso, era muy problemática, en el rostro de Shikamaru había curiosidad y una pizca de preocupación, no le había dicho eso por simple profesionalidad.

Al final de la clase, ella aún guardaba sus cosas cuando todos habían salido, su cuaderno abierto en el pupitre estaba completamente en blanco.

- No pasarás con eso -apuntó su cuaderno y sonrió mientras se cruzaba de brazos con gesto jovial.

- Hn -ella sonrió un poco- Lo siento, mi cabeza está en otro lugar.

- No, tu cabeza está sobre tu cuello, es tu mente la que está en otro lugar.

- Ja ja -ella rodó los ojos y luego suspiró colgándose la mochila al hombro- Bien, nos vemos.

Y cuando avanzó, Shikamaru la tomó del brazo.

- ¿Qué está mal? -preguntó viéndola con ojos intensos y el ceño fruncido- Estás distraída, no pareces tú. Eres más problemática de lo normal.

- Yo -la rubia miró para otro lado- Escucha, Shikamaru, quiero saber qué contiene el libro -él hizo un gesto de no comprender- Vamos, aprendiz de la muerte, sabes a que me refiero. Necesito saber qué dice, donde está.

- Temari, ese libro es muy problemático, no lo hallarás fácilmente, yo... nosotros, hemos estado buscándolo desde la caída de Lucifer, lo necesitan para apoderarse del cielo.

- ¿Tú... sabes algo de eso?

Shikamaru la soltó y tomó aire.

- Cuando los ángeles cayeron del cielo, también cayó el libro celestial, uno de los caídos lo había robado de su pedestal y escondido para saber el secreto de cómo conquistar el cielo y el mundo. Pero el libro escapó de sus manos, cuando el ángel se volvió demonio no sólo perdió el derecho de decir cualquier cosa relacionada con el cielo, sino de poseerlas.

- Pero ustedes son demonios, ¿Cómo lo tocarían?

- Eso es algo que no sé, debe haber algo que los demonios mayores ocultan, ellos no pueden quedarse con el libro, pero lo necesitan. De todos modos, ¿Dónde pensabas buscar información?

Temari se mordió el labio en gesto de nerviosismo, Shikamaru oscureció sus ojos.

- No hagas eso -le ordenó, Temari dejó su labio libre- Responde.