Las calles estaban desiertas por aquella parte del pueblo, Temari apretó su chaqueta de algodón a su cuerpo e ignoró aquel escalofrío que surgió en su espalda al ver la punta del letrero del cementerio a lo lejos. El cielo, antes soleado, se había encapotado de nubes que amenazaban con lanzar un aguacero dentro de poco.
Siguió caminando hasta que la estructura de grises y mohosos ladrillos se alzaron ante ella, miró al rededor y lo único que pudo ver era el bosque y unas pequeñas casas decrépitas cerca de las dos manzanas que contenían a los muertos, se fijó en una en particular, no estaba tan destruida como las demás. Era pequeña, de concreto negro y puerta color rojo, tenía un jardín pequeño sin flores y un manzano, daba justo al frente de uno de los muros del cementerio.
- Tal vez sea allí -Se dijo la rubia, caminó unos diez o quince minutos más hasta la puerta de aquella casa y tocó el timbre, no tenía nada de especial, pero había una extraña vibra maliciosa a su alrededor.
Un chico de cabello rubio largo y ojos azules le abrió la puerta.
- Hum, hola -saludó ella sin mucho humor- Yo soy...
-Él está en la biblioteca. Final del pasillo -Dijo él sin darle importancia, pero en sus ojos se veía una sombra de algo divertido... parecía que se estaba riendo de ella.
- Gracias -susurró la rubia antes de seguir sus indicaciones y entrar a la casa, era una normal, con una sala con dos sofás, un televisor normal y una puerta que daba a la cocina, Temari siguió el camino indicado y llegó hasta una puerta común de madera.
No sé cómo es que aquí habría más información que en la escuela. Pensó antes de abrir la puerta.
Pero estaba equivocada.
La biblioteca era gigantesca, tenía estantes hasta el techo y era en forma de círculo. Sasori descansaba en un pequeño sofá de color rojo, tenía una sonrisa en el rostro. ¿Cómo era posible que semejante habitación estuviera en una casa tan pequeña?
- Hola -dijo ella ingresando a la habitación, Sasori no respondió, simplemente se limitó a incorporarse y sonreirle a la rubia.
- Sinceramente, no creí que vendrías -su voz se oía calma, pero tenía algo escondido, tal vez... emoción.
- Pues ya estoy aquí -carraspeó- ¿Puedo buscar la información?
- Claro, para eso estás aquí.
Y ella observó de nuevo la biblioteca, caminó hasta el estante y subió una escalera que allí había para comenzar a buscar el libro, sin percatarse que, a sus espaldas, Sasori ya había sacado los colmillos.
(...)
- Al fin -se dijo la pelirrosa al arrojarse en su cama, sólo quedaban dos días para que la extensa semana terminara, y ella estaba harta de la escuela. Los malditos profesores le dejaron como un millón de deberes.
De repente sintió una presencia en su habitación, se incorporó con rapidez y observó su ventanal, estaba abierto. Salió al balcón e hizo aparecer una navaja en sus manos, quien quiera que sea, debía ser hábil para que Tsunade no se haya dado cuenta de que estaba allí.
Distinguió una sombra al borde de la baranda y corrió con la mano firmemente apretada al arma para empuñarla en cualquier momento.
Y cuando se lanzó contra el extraño él tomó su muñeca, el tacto frío del extraño y ese olor intenso a menta hicieron que lo reconozca de inmediato.
- ¿Sasuke? -preguntó sin moverse, él la soltó y caminó hacia la luz. Efectivamente, era él- ¿Qué se supone que haces aquí? Tsunade puede... puede averiguar que estas aquí.
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Red Moon //Sasusaku, Naruhina, Saiino, Nejiten, Shikatema//
FanficLos Ángeles son espíritus bondadosos que sirven como representantes de Dios en la tierra, ayudan a los humanos y los protegen de las tinieblas. "La profecía lo dice claramente: El primero de Diciembre del año 1900 nacerán cinco niños o niñas, reenc...