Red Moon //Sasusaku, Naruhina, Saiino, Nejiten, Shikatema//

1. Escape...

Sus ojos color miel recorrieron la sala hasta toparse con los orbes jade de Sakura cuando abrió la puerta. Tomó aire antes de ingresar a la pequeña oficina con olor a café y humedad. Tsunade tomó asiento al lado de la chica y saludó al hombre tras el escritorio.

- Lady Tsunade -La saludó asintiendo con la cabeza- la he llamado hasta aquí una vez más por un motivo...

- Lo de siempre, vaya directo al grano, muro por salir de aquí -dijo Sakura haciendo que el director rodara los ojos.

- Rompió una ventana -comenzó el hombre- golpeó a una estudiante.

Tsunade la miró, alarmada.

- ¿Qué? Me estaba molestando, ¡en serio!

La rubia suspiró una vez más y miró a su sobrina con cansancio, había adoptado esa actitud hacía más de ochenta años y ella aún no se acostumbraba.

- Lo siento mucho -Su severa y armoniosa voz sonó por primera vez- Sakura tiende a seguir sus primeros instintos y nunca piensa en las consecuencias.

- Esto no se arregla con una disculpa, señora, la señorita Sakura ha roto más reglas de las que me gustaría recordar, yo creo que debe ir al consejero escolar y...

- La reunión está terminada -Sus ojos adquirieron brillo verde y el director calló- Nos retiraremos, si no le molesta -el hombre asintió ausente y la mujer se levantó seguida por Sakura. Al cerrarse la puerta, el director sacudió la cabeza, confundido.

- No pensé que de verdad usarías tus poderes con él -sonrió la pelirosa arrastrando sus zapatos por los pasillos de la secundaria vacía, todos estaban en clases.

- No quiero que me vuelvan a llamar, Sakura -Se volvió hacia ella- Tengo mucho que arreglar, a Hamaliel no le gustaría escuchar que su querida aprendiz ande haciendo  cosas indebidas ¿No?

- No se lo dirías -Se cruzó de brazos. Tsunade arqueó una de sus perfectas cejas- Eres cruel.

- Ya te lo he dicho, eres una excelente guardiana, pero tus acciones en el mundo mortal podrían condenarte.

- Bien -Bufó- trataré de mejorar.

- Ya lo he oído -Se colocó los lentes de sol antes de salir- luego no te arrepientas, Sakura. Sabes que Hamaliel castiga muy pocas veces, pero cuando lo hace...es duro.

Salió dejándola sola. Se mordió el labio inferior y miró la cicatriz de su muñeca, era una marca de castigo. Le había quitado sus poderes y vuelto vulnerable, al final, le había hecho la marca.

- Tendrás una de estas por cada error consciente, Sakura. Pórtate bien.

Le había dicho. Y, a la mierda, había dolido.

- Tendré que juntarme más con Hinata -Susurró antes de volver a su clase.

***

- Oí que será fabulosa -Todos susurraban, las cinco chicas más bonitas de la escuela estaban sentadas en medio de la cafetería, eran imanes de miradas y unos cuantos piropos, pero jamás habían prestado atención.

- ¿De qué hablan todos? -Preguntó Tenten mordiendo la hamburguesa.

- Habrá una fiesta -Dijo Temari- Ya sabes, alcohol, droga, música, sexo... típicas cosas de mortales.

- Algún día quisiera ir a una de esas -Rió la pelirrosa, todas las chicas la miraron con atención.

- Ni lo sueñes, Sakura, sabes que te castigarán si se enteran; además, todos los mortales que van son puro plástico y poca neurona -Gruñó Temari.