14. Can't be possible

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La puerta de roble hizo ruido al abrirse, la fría brisa ingresó junto a cinco voces que reían.

Tsunade levantó la mirada del libro que leía y se incorporó, ¿Aquella era la voz de Ino?

- ¿Ino? -preguntó saliendo de su despacho, la rubia la miró y sonrió- ¡Estas bien! -Tsunade corrió a abrazarla, era cierto que su único trabajo era protegerlas y enseñarles a usar sus poderes, pero no había podido evitar quererlas como a sus propias hijas.

- Me asfixias -se quejó Ino devolviendo el abrazo.

- Oh -la soltó- Lo siento, pero debes contarme ¿Dónde estabas? ¿Te pasó algo?

Las chicas comenzaron a hablar entre todas y se dirigieron al despacho de Tsunade, excepto por Hinata, quien había sido la única en escuchar un ruido extraño en su habitación.

Subió las escaleras y caminó por el pasillo hasta una puerta blanca, abrió la puerta con brusquedad y lo primero que alcanzó a ver era la ventana abierta.

La cerró rápidamente y miró la habitación, estaba intacta, excepto por la rosa blanca en su cama, acompañada por una nota. Se acercó y observó el papel blanco con desconfianza, vaciló al tomarlo, pero finalmente lo hizo y observó las letras algo irregulares plasmadas en el.

Me debes una cita. Te espero hoy a las seis en el claro del bosque. N. U.

¿N.U? ¿Quién se supone que era ese? Hinata frunció el ceño y tomó la rosa, despedía un olor delicioso.

- Creo que hoy tendré una cita -dijo extrañada. Iría, presentía que le traería varios beneficios.


(...)


Neji yacía acostado en la cama viendo el techo, con esas pocas gotas de sangre había logrado reducir el quiebre de su piel, pero no podía dejar de pensar en la dueña. ¿Acaso era un efecto secundario? El haberse alimentado de animales desde que llegó y la primera vez en probar sangre... humana. ¿Eso podía pasar?

En lo único que podía pensar era en la calidez de esos labios, el aroma de su cabello y en la suave piel de su cuello. Apretó los labios sintiéndose un tonto, no debería estar pensando en ella de esa manera.

De repente sintió una sacudida en el pecho, pero no de esas buenas, sino de las que te hacen temblar de pies a cabeza. Sintió que era lanzado al vacío y cerró los ojos con fuerza, la fresca habitación pasó a ser un lugar que desprendía un calor impresionante.

Abrió los ojos horrorizado, observó el lugar y se topó con los ojos de Sasuke, ambos yacían arrodillados en una habitación oscura, en donde sólo se podía sentir una increíble depresión y desesperación, el olor a sangre coagulada y podredumbre estaba presente y sus anillos se desprendieron de sus dedos.

La piel de Neji comenzó a volverse de un color café claro y escamoso, sus ojos plata se agrandaron y sus colmillos relucieron al igual que sus alas color negro. Sasuke estaba en el mismo estado, el vampiro real.

- Me alegra que hayan podido venir -una voz fría y áspera resonó en la habitación, la parte oscura del lugar se iluminó tenuemente y pudieron divisar un par de ojos color verde oscuro, casi humanos, pero tan fríos y llenos de maldad que jamás podrían decir que alguna vez haya tenido alma.

- Lord Han -dijeron ambos bajando la cabeza, Sasuke apretó los dientes mientras sus ojos se volvían rojos, él había activado su Sharingan mientras Neji su Byakugan.

- Me alegra que aún no se hayan olvidado de donde provienen -gruñó con repulsión- Siendo que viven pendientes de esas niñas que, si mal no recuerdo, eran sus misiones, no sus noviecitas por quienes profesan su amor.

Red Moon //Sasusaku, Naruhina, Saiino, Nejiten, Shikatema//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora