38. A lonely place.

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La reina retrocedió, apretando los labios al ver a ambos guardias echados al suelo, Sasuke y Naruto se habían encargado de ellos y de los otros dos tras la puerta, la mujer podía sentir el miedo en su pecho y sus manos comenzaron a temblar ¿Quiénes eran ellos? O mejor dicho... ¿Qué?

- Por favor -volvió a pedir Hinata- denos esa llave.

Pero antes de que pudiera decir cualquier cosa, la puerta se abrió con un gran estrépito, dejando ver a muchos hombres armados y, a la cabeza de todos, al príncipe con los hombros firmes y el ceño profundamente fruncido.

- ¡Albert! -chilló la reina al ver a su hijo, trató de ir con él, pero un brazo fuerte se lo impidió.

- Lo siento -susurró Temari antes de verla a los ojos y hacer que cayera dormida.

- ¡Madre! -gritó Albert, pasó los ojos por los presentes y lo detuvo en su antigua compañera de baile- ¡Tú! ¡así que estas fueron tus intenciones desde el comienzo! ¿Quién crees que eres para secuestrar a mi madre? Plebe asquerosa, ¡Por esto todos serán condenados!

Sasuke gruñó, no le había gustado la manera en que se había referido a su novia, no le importaba que fuera un príncipe mimado con aires de grandeza.

Sacó los colmillos y sus ojos se volvieron de color sangre.

El príncipe saltó conmocionado.

- ¡guardias!

Y todos aquellos hombres se metieron en la biblioteca, Shikamaru tomó a la reina y la elevó con el poder de sus sombras, quedando así ella colgada en medio de la habitación. No la podrían alcanzar.

Los humanos eran muy fáciles de derrotar, las guardianas y los demonios peleaban con ellos sin la intención de dañarlos realmente, ya que lo único que necesitaban era la llave, no matarlos. Lo que hacía mucho más incómodo eran los vestidos, pero tanto entrenamiento hacía a las chicas golpear gráciles aún con ellos.

Hinata golpeó a un guardia en el estómago y este cayó, pero el siguiente no lo vio venir, sus ojos adquirieron un brillo y las garras salieron de sus dedos humanos, ella gritó al momento en el que impactaron en su rostro, causando una enorme herida.

- ¡Hinata! -Naruto gritó y adquirió su forma verdadera para morder al hombre, lo tomó y lo arrojó con las fauces al descubierto, subiendo a Hinata en su lomo.

- ¡Dios mío! -exclamó el príncipe, el color se había ido del rostro de este- ¿Qué son ustedes?

Pero no vio venir a Temari, quien le hizo lo mismo que a su madre y pronto él también yacía en el suelo.

- Ahora sí -gruñó la rubia, se habían dado cuenta. No sólo había humanos en esa habitación, sino también demonios. Alzó las manos al cielo para acabar rápido con ello, la balanza hizo su aparición, Temari la mandó a través de la habitación y los demonios comenzaban a gritar a medida que esta bajaba encima de sus cabezas- terminemos rápido.

Miró a Sasuke y este asintió, tomó a Sakura de la cintura y, asegurándose de que sus compañeros estaban juntos, saltó hacia la reina y tomó la llave de su cuello; cuando tocó el suelo, los demonios habían desaparecido y madre e hijo (junto con los guardias humanos) dormían en el suelo.

Un enorme portal apareció en medio de la habitación, pero antes de que lo cruzaran, Hidan apareció en la puerta, sonriendo, con otra copa de vino en sus manos.

- ¿Podrían hacerme un favor después de esto? -preguntó- acaben ya con Han, me irrita.

Y guiñando un ojo, desapareció antes de que los guardianes y los demonios saltaran a través del portal.



Red Moon //Sasusaku, Naruhina, Saiino, Nejiten, Shikatema//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora