24. Freedom

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Tic tac tic tac, hacía el reloj, Tsunade estaba que se moría de los nervios, se había quedado a cuidar de los heridos, porque ¿Qué podía hacer ya? Sus habilidades no serían nada contra unos demonios como ellos, además, estaba segura de que esos chicos ayudarían.

- Ya me puedo levantar -dijo Ayami, tratando de incorporarse, pero ella dejó una mano en el hombro de la morena para detenerla- Suelteme.

- No puedes ir, estas débil.

- ¿Y cree que me importa? No voy a quedarme aquí sentada mientras mis hermanos arriesgan todo, y estoy segura de que Lin piensa lo mismo.

- No hay nada que puedas hacer.

Los ojos azules de Ayami se volvieron fríos.

- ¿Se va a rendir así nada más, sin luchar?

- Ya no soy capaz de nada, Ayami, yo no ayudaría.

- El único impedimento que tiene es su actitud, señora Tsunade -retó la morena, incorporándose y rápidamente empezó a asegurar sus vendas- Yo no me rindo así nada más, y no voy a dejar que Gaara se lleve toda la diversión.

- ¿Estás loca? ¡No puedes, estas herida, Ayami! ¿Quieres morir? -sé paró y la tomó de la muñeca, pero Ayami se soltó rápidamente e invocó su traje blanco.

- ¿Qué clase de persona sería si no estoy dispuesta a morir por un amigo? Si usted se valora tan poco como para no intentarlo no es mi problema, pero no se meta en mis decisiones.

Su mazo de púas apareció en su puño cerrado y le dedicó una última mirada a la rubia antes de ir a la batalla.


(...)


La batalla no era tan intensa como se había esperado, las brujas tenían hechizos poderosos, sí, pero, para su mala suerte, Sai los conocía todos.

Abrió un pergamino y comenzó a dibujar símbolos mientras los demás lo protegían de los rayos y polvos extraños que las "mujeres" arrojaban hacia él, Ino se puso frente al pergamino y comenzó a usar el espejo como escudo, mientras ellas huían para que sus almas marchitas no fueran absorbidas por el espejo de piscis.

- Ino -llamó Sai, la chica los miró por encima de su hombro con gesto interrogante- Ven.

La rubia le dedicó una mirada a Gaara, quien asintió y cortaba cabezas con la katana mientras desviaba los rayos.

- ¿Qué sucede? -le preguntó ella con la respiración agitada y ojos alerta.

- Este es un sello bendito, pero necesito sangre pura para hacerlo funcionar.

Sus profundos ojos negros la observaron directamente y ella asintió con los labios plegados, tratando se no sonrojarse, extendió su mano y Sai la tomó, su toque era frío pero muy suave, e hizo que la rubia se estremeciera.

Ino tomó un pequeño puñal de su bota y se lo extendió, rápidamente Sai hizo un corte superficial en el dedo derecho y comenzó a pasar la sangre sobre las letras. Cuando hubo finalizado, metió el dedo de Ino en su boca para parar el sangrado, haciendo que el corazón de la rubia comenzara a latir desbocado.

- ¡Dejen el romanticismo para después! -les gritó Naruto, Ino se sonrojó y rápidamente se incorporó.

- Ya está -susurró Sai, tomó el pergamino y observó a las brujas, quienes ya se habían dado cuenta y comenzaban a huir.

- Ni siquiera lo pienses -gruñó Neji, saltó en el aire y las tomó del cabello a cada una, haciendo que se caigan.

Sai hizo una posición de manos rápida y con agilidad golpeó las frentes de las mujeres, quienes empezaron a retorcerse de dolor en la tierra.

Red Moon //Sasusaku, Naruhina, Saiino, Nejiten, Shikatema//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora