La pelirrosa cerró la puerta con suavidad y dejó su chaqueta en el pequeño sofá de su habitación con una sonrisa. Lo había logrado, y nadie se había enterado.
Suspiró y se duchó con rapidez, se puso una pijama de color blanco y se arrojó a la cama sintiendo la pesadez en sus piernas y hombros, luego de ver a sus hermanas, que estaban probando pro primera vez alcohol, se dedicaron a bailar hasta que se hizo tarde. Eran las cuatro de la madrugada y la escuela comenzaba a las ocho.
Se cubrió con la colcha hasta la cintura y pasó sus brazos por la parte inferior de la almohada, dejó que sus pensamientos vagaran y pensó en los sucesos de ese día, no podía creer que había burlado a Tsunade tan fácilmente. Pero había algo que la inquietaba, cerró los ojos y una imagen de ese chico apareció en su cabeza. Sasuke. Enigmático y serio, uno de los hombres más apuestos que ella tuvo la oportunidad de ver. Desde ese soldado italiano de la segunda guerra mundial no había visto a nadie así.
Sus ojos se cerraron con pesadez y dejó que su subconsciente tomara el mando de los sueños.
- ¡Ellos son peligrosos! -Tsunade apretó los dientes, los ojos jade de Sakura se movieron por la habitación y gritó. Sus hermanas estaban atadas, miró sus muñecas y se daba cuenta de que estaba en la misma situación.
- Ellos nos han hecho sentir como nadie mas -Hinata lloraba mientras las demás miraban al suelo.
- Sólo las utilizan, ellos tienen un objetivo... y son ustedes, quieren interferir con sus deberes.
De repente apareció en una vieja casa, todo era oscuro y la madera podrida del suelo crujía bajo sus pies descalzos, llevaba un vestido blanco, miró sus manos y estas empezaron a temblar, su vestido se hallaba manchado de sangre. Todo daba vueltas, hasta que una voz lo hizo ver todo mucho más claro.
- Sakura -Había escuchado esa voz antes, se volvió hacia ella y observó una figura en las sombras, todo estaba oscuro y lo único que llegó a distinguir eran unos ojos impregnados de color sangre.
- Joder -Se cayó de la cama con un sonoro golpe, tocó su cabeza y un segundo después la puerta se abría dejando ver a Tsunade.
- Sakura ¿Ya despertaste? -Preguntó sorprendida- Ahora ya ves las ventajas de despertar temprano, arreglate.
Se fue una vez más y Sakura bufó para luego levantarse, se dirigió al baño e hizo lo que pudo para sacar el olor a humo de tabaco y alcohol de su cabello, se cepilló los dientes y salió envuelta en una toalla, se puso algo simple, ya que el clima amenazaba con llover, una sudadera roja, jeans negros y sus vans, se recogió el cabello rosa en una coleta y trató de arreglar su rostro tanto como pudo, las ojeras se hicieron presentes después de aquella noche de fiesta y esa estúpida pesadilla.
Se miró al espejo y sintió escozor en su muñeca, miró su marca y frunció el ceño al ver que cambió de negro a rojo, lo tapó con la manga y tomó su mochila para luego bajar a desayunar.
Temari miraba desconfiada a sus hermanas, Ino se arreglaba los ojos cada dos por tres, Tenten se restregaba en rostro con cansancio y Sakura veía fijamente el tarro de cereal, algo les ocurría.
- ¿Durmieron bien? -Preguntó con los ojos entrecerrados, Sakura levantó la mirada y la volvió a su tazón sin siquiera inmutarse.
- Yo si -Dijo Ino, extrañamente no había chillando como todas las mañanas- Simplemente estoy decaída por hacer siempre lo mismo.
- ¿Cuantas veces hemos cursado el último año? -Tenten preguntó llevando un pedazo de tostada a la boca.
- Más de cien veces respondió Sakura.
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Red Moon //Sasusaku, Naruhina, Saiino, Nejiten, Shikatema//
Fiksi PenggemarLos Ángeles son espíritus bondadosos que sirven como representantes de Dios en la tierra, ayudan a los humanos y los protegen de las tinieblas. "La profecía lo dice claramente: El primero de Diciembre del año 1900 nacerán cinco niños o niñas, reenc...