21. Transformation

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Ella abrió los ojos, pero la oscuridad era lo único que pudo divisar, sentía una presión horrible en sus brazos y sus piernas, su cuerpo dolía en todos lados, tanto que no podía averiguar en qué lado dolía más.

- Sa-Sakura -oyó una suave voz, buscó entre la oscuridad a alguien, pero solo veía un manto negro cubriendo todo, hasta que sintió una cálida mano tocar la suya.

- Hinata -susurró la pelirrosa apretando la mano de su hermana- ¿Estás bien?

Trató de moverse, pero había algo que se lo impedía.

- Estamos atadas -susurró Hinata con la voz temblorosa- No intentes moverte, ellos te escucharán.

- ¿Cómo es que tú puedes verme? ¿Quienes son ellos? -preguntó de forma apresurada, el deseo que tenía de moverse y salir de allí era mucho más grande que el dolor de su cuerpo.

- Tienes los ojos vendados -aclaró la morena- trataré de ayudarte.

Se acercó lo más que pudo a Sakura e hizo que la pelirrosa se acostara en su regazo, movió sus dedos con habilidad y logró deshacer el nudo, Sakura parpadeó un par de veces y se dio cuenta de donde estaba.

Un cuarto de cuatro paredes estaban a la vista, con una pequeñísima ventana en donde a penas se podría pasar la mano, por ella ingresaba la luz de la luna, que esa noche parecía más grande; las paredes eran grises, llenas de pintura echada a perder, moho y mucha humedad, una gotera se abría en el techo derramando agua, hacía que la habitación huela a hongos y a tierra húmeda.

- ¿Dónde estamos? -fue lo primero que salió de sus labios, tenía las muñecas atadas en la espalda y los tobillos en igual estado, mientras que Hinata tenía las muñecas atadas hacia adelante.

- No lo sé -susurró la morena- He despertado hace ya tiempo, un hombre muy... extraño vino a verme, dijo que no nos llevaría si tu no estabas despierta.

Sakura apretó los labios, ¿Para qué las querían a ellas?. Pensó en los chicos y... en Sasuke ¿Habrían ganado ya? O solo era una distracción para raptarlas. Su mente comenzó a pensar en miles de posibilidades mientras que Hinata sólo podía observar la luna con tristeza, luego de eso, la puerta se abrió.

- Parece que ya están despiertas -dijo ese hombre con la voz fría y burlona, tenía la piel oscura y los ojos grandes, rayas en ambas mejillas y sus colmillos eran grandes, tenía rasgos parecidos a los de Naruto.

- Pues deja de holgazanear y vamos -se quejó otro, este hombre era en extremo delgado, sus pómulos eran pronunciados y su piel de un blanco verdoso muy enfermizo. Daba asco de tan solo verlo.- no puedo creer que esté haciendo esto.

Ambos hombres se acercaron a ellas, el de rasgos caninos levantó a Hinata y la cargó en su hombro, mientras que el huesudo hacía lo mismo con Sakura. Hinata se mordió el labio inferior con fuerza, estaba asustada, sus ojos mostraban auténtico pavor.

Miró a su hermana, Sakura sólo pudo formularle con los labios un "Mantén la calma". Pronto se vieron en un larguísimo pasillo, todo era descuidado y húmedo, el lugar era estrecho y todo olía mal. Sakura arrugó la nariz al sentir el olor a podredumbre.

- Ahg, odio cuando Fugaku deja tirada la comida -gruñó el hombre de color- En cuanto dejemos a estas niñas, iré a devorarme la carne que ese maldito vampiro desperdicia.

- Él solo bebe la sangre -aclaró el huesudo- No creo que tenga problemas en darte el cuerpo de esas señoritas, total, se van a pudrir en poco tiempo.

Una corriente helada atravesó la columna de Hinata y la de Sakura, la morena observó por las ventanas que pasaban y, efectivamente, una pila de tres mujeres yacía en el suelo, todas pálidas, drenadas de sangre. Sus ojos abiertos y sin vida al igual que sus labios negros.

Red Moon //Sasusaku, Naruhina, Saiino, Nejiten, Shikatema//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora