Red Moon //Sasusaku, Naruhina, Saiino, Nejiten, Shikatema//

29. Angels.

El día era caluroso, el cielo estaba despejado y los árboles del bosque los mantenían frescos, habían pasado ya unos minutos desde que salieron de la casa e iban a paso veloz. Aunque Itachi se dio cuenta de que no eran los únicos, pero decidió callarse por el momento.

- Enseguida llegamos -anunció Temari, la montaña ya era visible a lo lejos, pronto llegarían. Escalaron la empinada montaña tan rápido como pudieron, pero no era fácil, Lin y Temari estuvieron vagando por horas para encontrar el portal, no estaban seguras de poder llegar en poco tiempo.

Pero tenían ventaja, ya no había lluvia, lo que les permitía ver mejor el panorama y reconocer lugares, se movieron en zig zag por la montaña hasta que al fin estaban a punto de llegar.

Pero cuando al fin lo lograron, no esperaban hallar algo allí, justo al frente del dibujo de alas. Un cuerpo lánguido se hallaba tirado, a penas era visible, puesto que estaba desapareciendo.

No hablaron.

- Es el ángel... -dijo Temari con voz ahogada.

- Está muerto -exhaló Lin, asustada pero a la vez suspicaz- ¿Quién habrá sido capaz?

- Bueno, eso es muy fácil de responder -una voz chillona los sorprendió, y allí, más arriba, tres pares de maliciosos ojos los observaban.

- ¿Ellas? ¿Qué mierda hacen aquí?

Las tres estaban paradas un poco más allá, Karin, Shion y Kim sonreían maliciosamente mientras sus ojos observaban las figuras de los guardianes. Se veían diferentes, Karin llevaba pegada una piel de serpiente colorada que cubría todo su cuerpo, su largo cabello caía en puntas y le habían salido colmillos... ¿De vampiro?

Shion y Kimm eran parecidas, pero la rubia llevaba piel de oso y la otra cuero, las tres emanaban una esencia altamente demoníaca, hedor.

- ¿Acaso se hicieron un cambio de look o algo así? -preguntó Sakura, sarcástica, pero su mirada alerta y su cuerpo tenso no había cambiado.

- Muy graciosa, pelo de chicle, pero vinimos para acabar con ustedes.

- ¿Y como planean hacerlo? Por si no lo han notado, nosotros somos 18 y ustedes nada mas tres -gruñó Kiba.

Y tenía razón, los doce guardianes estaban reunidos, así como también los seis demonios, esas tres no tenían oportunidad. Pero no se achicaron, Karin observó a Kim y levantó las cejas, la morena sacó una flauta de madera de su traje de cuero y la acercó a sus labios.

- ¡No dejen que la toque! -exclamó Shikamaru en cuanto la vio- Es la flauta de la muerte.

Lee fue el primero en reaccionar, saltó hacia Kim y llevó su pierna hacia ella, pero esta saltó hacia atrás y lo esquivó, Karin golpeó al chico. Él se cayó y gruñó.

- ¿Estás bien, Lee? -preguntó Sara, ayudándolo. Él asintió.

De pronto todo era un caos, Kimm tocó la flauta, pero nadie murió, sin embargo, el cielo se puso nuboso y de él empezaron a salir varias criaturas invisibles al ojo humano.

- Agh, que pérdida de tiempo -expresó Ayami mientras sacaba su porra- Acabemos con esto.

Y la batalla se libró, Sakura y Karin estaban enfrascadas en una batalla de espadas, ambas tenían bastante habilidad, a pesar de que la pelirroja no tenía mucha experiencia con ella, Hinata peleaba con Shion, la rubia atacaba con toda la habilidad que se le habían dado, pero Hinata tenía ventaja, era experta en el combate cuerpo a cuerpo, no se dejaría vencer. Kim peleaba con Ino, o más bien, esquivaba a Ino, mientras tocaba la fatídica melodía. Los demás peleaban con demonios, no era difícil vencerlos, pero eran muchos, Itachi arañaba y mordía con todo lo que tenia al igual que su hermano y Neji. Naruto arrancaba cabezas con su forma de demonio, Shikamaru descuartizaba con la Oz y los demás peleaban con todas las habilidades que tenían.