Sakura no podía dejar de ver a Sasuke, aunque su rostro y cabello estuvieran llenos de lodo y su ropa raída y sucia, nunca se había visto más apuesto para ella. Tampoco podía evitar ver su blanco cuello y lo inmaculado que había quedado, ni siquiera había una cicatriz de lo que momentos antes había sucedido.
—Hey, deja de verme tanto,—susurró sin mirarla, Sakura sabía que le daba vergüenza y sonrió.—Estoy bien.
—Lo sé,—suspiró ella y acarició su mano en un gesto maternal, Sasuke sintió una agradable calidez subiendo desde aquel punto y supo que, se había acostumbrado tanto al tacto de Sakura que ya no sentía repulsión alguna ante aquel cuerpo nuevo que tenía, sino que le gustaba sentir aquellas sensaciones que este le producía. Apretó los labios en algo parecido a una sonrisa y volvió sus ojos al frente, debía concentrarse en encontrar a los chicos y resolver aquello cuanto antes.
De pronto, el relinchar agitado de un caballo se hizo oír y los tres se pusieron en guardia, temiendo que fuera el jinete de nuevo, pero solo era una mujer, quien cabalgaba apresurada y pasaba por su lado.
—¿Huh? Que raro ver a una mujer alocada cabalgando a estas horas, —dijo Hinata más para si misma, no le dieron mayor importancia, pero cuando se dieron cuenta de quienes galopaban tras ella, lo comprendieron. Estaba huyendo.
—¡Hinata! —exclamó Naruto agitado, parando su caballo, pasó sus ojos por su desaliñada y lastimada novia y lanzó un alarido de sorpresa.
—No hay tiempo, —gruñó Shikamaru mientras veía a Icabot seguir a Katrina a toda prisa,— suban, luego se lo explicaremos.
Naruto levantó a Hinata del suelo y la montó junto con el mientras que Sakura subía con Temari y Sasuke con Shikamaru, los seis seguían a toda prisa a ambos corceles, el bosque cada vez se hacía más frondoso y oscuro en plena madrugada, el aprendiz de la muerte frunció el ceño, tenía un muy mal presentimiento.
Finalmente y después de un largo y tenso recorrido, el caballo de Katrina se detuvo abruptamente, bajó de este seguida por los demás e ignorando las súplicas de Icabot, se dirigió al puente de madera que se alzaba frente a ellos. Y todos sabían lo que significaba: el jinete vendría por ellos una vez que estuvieran del otro lado.
—Katrina, mi amor, por favor, escucha lo que tengo que decir...—seguía insistiendo el hombre cada vez más pálido a medida que se acercaban a él, ella le lanzó una fría mirada.
Este observó a los guardianes con súplica en los ojos y ellos lo comprendieron: debían evitar que lo cruzara.
Naruto tomó su forma original y fue a ponerse frente a ella, pero siguió caminando sin siquiera inmutarse, Sasuke la tomó con sus alas y Sakura y Hinata intentaron detenerla, pero, con una mirada, ella los hizo apartarse.
—¿Qué rayos? —exclamó Shikamaru, Temari y él mismo también trataron, pero fallaron.—Algo la está protegiendo, maldita sea.
Katrina siguió avanzando por el puente, sus ojos oscuros estaban tan abiertos que ni siquiera podía parpadear y su forma de andar era mecánica: ya no estaba consciente de lo que hacía.
Y sucedió, tan pronto como sus pies tocaron el camino, una bandada de cuervos salió volando de entre los árboles, el ambiente se puso frío y aún más lúgubre, pero ella se detuvo. Los guardianes e Icabot la rodearon, protegiéndola, al momento en que el relincho de un nuevo caballo se hacía oír, el jinete salía de entre los árboles negros blandiendo dos espadas.
—¿Seis contra uno? —se mofó el rubio,—muy fácil.
Pero tan pronto como este calló, una nueva figura apareció: Sasori, y no estaba solo.
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Red Moon //Sasusaku, Naruhina, Saiino, Nejiten, Shikatema//
Hayran KurguLos Ángeles son espíritus bondadosos que sirven como representantes de Dios en la tierra, ayudan a los humanos y los protegen de las tinieblas. "La profecía lo dice claramente: El primero de Diciembre del año 1900 nacerán cinco niños o niñas, reenc...