Red Moon //Sasusaku, Naruhina, Saiino, Nejiten, Shikatema//

39. Blood

Sakura cerró los ojos con fuerza mientras se aferraba a la camisa de lino de Sasuke, él absorbía sangre rápidamente de su cuello, lo que la ponía un poco mareada, pero al mismo tiempo le hacía sentir algo desconocido en su cuerpo, una emoción que nunca había sentido se apoderó de ella, placentero y peligroso; y lo sentía en cada lugar en que su cuerpo y el de Sasuke se tocaban. Sentía que el líquido vital era arrancado de su cuerpo y la volvía más liviana, más lánguida, pero aun así algo quemaba dentro de ella, la llenaba de una energía extraña y expectante, aunque su estado físico no era el mismo.

El Uchiha sintió como el cuerpo de ella se estaba debilitando bajo sus colmillos, pero no podía detenerse, hacía tanto tiempo que deseaba sentir el sabor de su sangre y la textura de su piel que se había vuelto loco, era como una nueva droga descubierta para él. Apretó su mandíbula y pudo sentir la piel cálida volverse fría, los labios, aunque él no veía, se habían vuelto azules y secos. Sakura acarició la espalda de él, era tan masoquista, pero él tenía hambre.

- Sa-Sasuke... -susurró ella, él abrió sus ojos y ella lo vio, el Sharingan brillaba más que nunca, grabando la expresión de su rostro. El Uchiha se asustó al verla de esa manera, ¿de verdad dejaría ir su vida así nada mas por él? Ni siquiera estaba desesperada.

Y Sasuke abandonó su cuello. Ella cayó sobre su pecho y él la abrazó, acariciando lentamente su hombro frío y pálido con el pulgar derecho. Sakura levantó la mirada y se topó con los ojos negros de su amado.

- Sasuke -repitió, más segura- ¿E-estás bien?

Sasuke gruñó.

- Mira tu estado -susurró- acabo de beber mucha de tu sangre, ¿y tú aún así te preocupas por mí? Deberías ser más egoísta, Sakura. No volveré a hacer eso -cerró los ojos con fuerza- lo siento.

Ella no dijo nada y apoyó la mejilla en su pecho, sintiendo el aroma a lodo y sudor, pero no le importó mucho. Era la primera vez que estaba abrazando a Sasuke de esa manera tan íntima, y aun no podía sacar el sentimiento prohibido que se había apoderado de su cuerpo, sus mejillas se calentaron y Sasuke lo descubrió, ya que pudo sentir su poca sangre calentarse. Ahora tenía un poco de ella en su interior, así que podía sentir los cambios en el líquido.

- ¿Qué sucede? -preguntó él. Sakura se removió, incómoda sobre su regazo y Sasuke sostuvo sus hombros, su mirada se oscureció.- Sakura, no hagas eso.

- ¿Huh? -ella lo observó confundida, con sus ojos verdes brillantes, y luego lo comprendió. Vamos, ella siempre había sido atrevida, la chica mala, pero nunca había puesto lo que decía a la práctica. Sin querer, intentó pararse, pero solo logró moverse... y Sasuke volvió a gruñir. Sakura sintió una entraña presión en la entrepierna. Apretó los labios, sintiéndose avergonzada, la verdad era que eso no se sentía tan mal.

¿Dónde había quedado la Sakura atrevida del despacho del director? ¿De la primera vez que lo vio? Habían pasado tantas cosas que esta había desaparecido, la vieja Sakura se había ido y volvió su actitud de niña tonta.

En vez de seguir pensándolo, Sasuke volvió su rostro a él. Se había despertado, y eso era culpa de ella.

- Sasuke... -pero no terminó, porque él la besó.

A diferencia de la mayoría, este beso era demandante, lleno de hambre. Sasuke posó sus manos en la cintura de ella y apretó, la chica estiró el pelo de Sasuke y volvió a moverse, frotando su intimidad con la de él, marcando ritmo, lo que volvía loco al vampiro.

Desde que había comenzado con Sakura no había tenido nada con nadie.

Por su parte, ella nunca había sentido aquel placer en su cuerpo, reaccionaba de maneras que ni siquiera sabía que podía, teniendo más de 100 años, era la primera vez que disfrutaba de la presión de algo entre sus piernas. Sus pequeños pechos se irguieron debajo del camisón y él lo supo, tomándolos entre sus manos.