Cap. 6 - Contrato

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WILLIAM:

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WILLIAM:

Estoy en el jardín esperando que Aradia baje a desayunar conmigo, la computadora está sobre la mesa. Aunque deje todo listo, debo encargarme de algunas cosas, la transportación de las armas debe ser lo más cautelosa posible.

Miro mi reloj, ya está tardando demasiado, termino mi trabajo y sigue sin bajar, llamo a la sirvienta que viene enseguida, a veces el miedo hace que la gente trabaje mejor.

—¿Y mi mujer? — pregunto de mala manera

Esta por bajar, Clemencia dijo que ya se alistó — no me mira

No respondi, le di mi computadora para que la llevara al estudio y me levanté para encender un cigarro, fue entonces que la vi salir.

Lleva puesto un vestido azul cielo, la hace ver aún mas blanca de lo que es.

Buenos días — me acerco para saludarla

Tomo su mano para dejar un beso en sus nudillos, ella no dice nada, mantiene la cabeza baja.

Siéntate, enseguida nos sirven el desayuno — la guíe hasta la silla y la acomode

El silencio reina entre nosotros, pero su compañía me da la paz que jamás en mi vida pensé conocer.

¿Te ha gustado la ropa que hay en tu vestidor? — pregunte

Pero no responde

Te hice una pregunta — limpio mi boca con la servilleta

No quiero enojarme, respiro profundo en busca de paciencia.

Todo es muy lindo — sigue sin mirarme

Hay algunas cosas que debes aprender — le di un trago al jugo — solo hay una habitación donde debes bajar la cabeza, mientras no entremos ahí deberás mirarme a los ojos

—Solo quiero irme a mi casa — me miró con sus enormes ojos llorosos

Está es tu casa, mírala — la invite a mirar a su alrededor — muy pronto en este jardín correrán nuestros hijos

—Yo no quiero tener hijos — su mirada pasó de miedo a enojo — solo quiero irme a mi departamento

—¿Porque tienes que desafiarme? — le grite

Porque eres un maldito enfermo! — gritó ella también

No me contuve más y le di una bofetada

Sobó su mejilla, guardó silencio por unos instantes y volvió a mirarme.

Debes dejar tus insolencias de lado, no te irás de aquí — sentencie — y si sigues con esa actitud me obligarás a hacer algo que no quiero

Viviendo con el enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora