Cap. 85 - Memory

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ARADIA:

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Pasamos unos días hermosos en Nueva York, pero tuvimos que regresar porque Trevor llamó a Will, dijo que era algo muy importante.

Decidí regresar a Londres, Layla parecía feliz con la decisión, no había sido consciente de cuánto trunqué su vida estos meses.

Entonces me adelantaré a Londres para saber que es ese asunto tan urgente y vuelvo por ustedes — me dijo Will en el aeropuerto

Si, yo empacaré y alistaré todo para tu regreso — sonrei

Jason se queda contigo y en un par de días regreso — ordenó

No quería a Jason cerca, pero parecía no tener opción. Nos despedimos y salí del aeropuerto con Jason.

Otra vez lo diré — habló Jason cuando subimos a la camioneta

—¿Que quieres? — pregunté con fastidio

Huye conmigo... quiza sea mi ultima oportunidad

Solo lo ignoré, llegamos a la casa, lo primero que hice fue ir a buscar a mi niño, estaba en el jardín trasero con Layla, lo que no esperaba era encontrarme a Douglas aquí.

Hola — saludé con nervios

Mami! — Alex corrió a abrazarme — te extrañé

Yo también te extrañé, bebé — dejé muchos besitos en sus mejillas

No sabía que volvías hoy — me dijo Douglas — debo irme

Quédate a comer — lo detuve

No creo que sea prudente — sonrió de lado

Se levantó del pasto, le dio un beso en la mejilla a Layla y a Alex, después salió de la casa sin decirme adiós.

¿Estás segura que tomaste la decisión correcta? — me preguntó Layla

Estoy segura — me forcé por sonreír

Comimos juntas, le dije que regresaremos a Londres en un par de días y estaba muy feliz.

Nos la pasamos empacando algunas cosas y finalmente llegó el día en que mi vida volvería a la normalidad. El timbre sonó, corri a abrir, pero en cuanto lo hice y me topé con los ojos azules de Will, todo se me nubló.

El recuerdo de mi mamá tomando mi cara entre sus manos se hizo presente.

No vuelvas a acercarte a ese hombre, es malo, hace mucho daño a las personas, por favor mantente alejada de él, no te olvides nunca de su rostro

—¿Qué te pasa? — Will se acercó a mi

Tu... tú eres... — tapé mi cara con las manos

Viviendo con el enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora