Cap. 62 - Slip

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ARADIA:

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Han pasado unos meses, Will cada día está más raro conmigo, Alex está por cumplir seis meses, ya se queda sentado y balbucea.

Estoy en el jardín con el, puse una manta en el pasto para así acostarnos a ver el cielo tan azul como sus ojos.

Ma... ma... — le digo para que repita, pero aún no me pela mucho

Lo cargo para que agarre las flores y así estamos un largo rato, hace un bonito clima y me agrada.

Mete al niño, se va a enfermar! — escucho los gritos de Will

No le pasará nada, le hace falta que le dé el sol, el aire! — replique

Se acercó, me quito a Alex de los brazos y tomó mi cara con una de sus manos.

Cállate! — dijo a dos centímetros de mi cara

Me dolió la mandíbula, no respondí nada, solo vi como metía al bebé a la casa, lo sentó en su sillita para que Clemencia le diera de comer.

Yo puedo darle de comer — me acerque

No, no puedes! Clemencia se encargará de Alexander, tu solo lo pones en riesgo — me gritó

Solo estábamos en el jardín! ¿Cómo podría ponerlo en peligro por eso? — cuestione

A veces no entendía esas actitudes, que creyera que soy capaz de hacerle daño a mi hijo.

Vi como Clemencia le daba de comer a Alex y después lo llevo a dormir, fui a la habitación, me acosté. No pude contener las lágrimas, no me deja ser la mamá de mi hijo.

Escucho que abre la puerta y cierro los ojos, no quiero volver a pelear.

Mi amor — se acomodó detrás de mi — perdóname, es solo que me da miedo que pongas en riesgo a Alexander

Jamás lo pondría en riesgo, es mi hijo — lloraba

Lo se, perdóname — dejaba besitos por mi hombro

No se de donde sacaste eso, pero te juro que no le haré daño... lo amo! Déjame ser su mamá! — limpie mis lágrimas cuando me voltee para verlo

Will parecía tener un conflicto consigo mismo, últimamente luce más delgado, no se que le pase.

¿Mejor dime que te pasa? Últimamente estás tan cambiado — acarície su mejilla

Es el trabajo, hay tantos problemas a diario — dijo con tranquilidad

¿Quieres que te ayude? — me refleje en sus ojos

¿Vamos a la empresa? — cuestionó — Después te invito a cenar

Me gustaría mucho — sonreí

Viviendo con el enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora