Cap. 75 - Visita

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ARADIA:

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Hice todos los arreglos, tengo nervios porque hace mucho que no lo veo, supe por Douglas que Rachel lo habia estado entreteniendo bastante bien.

Clemencia me rogó venir a verlo, no pude negarme aunque lo intenté. Layla se quedó en California con Alex y yo regresaré allá con Douglas.

¿A quien viene a ver? — me preguntan en la entrada

William Stud — respondí de inmediato

¿Parentesco? — me mira

Soy su esposa — dije cuando lo pensé un poco

Después de todo, no es mentira, aún es mi esposo.

El señor Stud se siente un poco mal, ha tenido fiebre estos últimos días — me informa — no puede recibir visita

—Por favor, viaje desde California para verlo ¿No puede hacer una excepción? — hice mi mejor cara de convencimiento

Me miró por unos segundos

—Supongo que no habrá problema — sonrió

Le agradecí muchísimo y me indicó donde era la habitación de Will, todo es tan raro, jamás me imaginé que llegaría a verlo en un lugar así.

Tendrá pocos minutos — me advierte

Gracias— sonreí

Entre y la habitación está muy iluminada, se que seguramente la odia por eso. Aún está dormido, debe ser verdad que se siente un poco enfermo.

Pongo una de mis manos en su mejilla que está cubierta por una barba de pocos días, sus labios están entreabiertos.

Lo único que deseo es que abra los ojos para perderme en ese azul tan profundo.

Estás aquí... ¿Es verdad o estoy soñando? — cuestionó con los ojos cerrados

Estoy aquí — confirmé

Ya no me amas... me abandonaste, tu no me quieres

¿Por qué diablos iba a venir a verte si no te quisiera? — le pregunté

No lo se, por lástima quizá — no abría los ojos

O porque tengo fe de que saldrás de aquí siendo el hombre del que me enamore — lo dije y no me importó

Fue entonces que abrió los ojos, me volví a reflejar en esos ojos azules que serán mi perdición hasta el día que me muera.

¿Volverás conmigo? — tomo mi mano

Will, primero sal de aquí y luego hablamos — intente alejarme

Solo dame una esperanza, una sola y te juro que no te arrepentirás— sus manos sostenían las mías

Viviendo con el enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora