[COMPLETADA]
El es un hombre solitario a causa de sus traumas y malos tratos, en busca de una mujer que esté a su lado, a pesar de los secretos.
Los viejos amores y las deudas serán clave en esta historia.
Siempre obtiene lo que quiere, o al menos...
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WILLIAM:
Llevo dos semanas en Londres atendiendo muchos asuntos urgentes, también debo manejar los asuntos legales de la empresa para poder seguirla usando de fachada
—Jefe — Trevor entra en mi oficina
No lo volteo a ver, lo que tenga para decir, lo dirá sin necesidad de estarle preguntando.
—Jason ya está aquí — me informa
—Dile que entre — ordeno
Son pocos los segundos que pasan, se abre la puerta y entra, se para frente a mi escritorio, se que espera órdenes.
—¿Jason, que tal todo en Nueva York? — le pregunto
—Todo quedo en orden, como usted lo pidio — asiente
—Bien, debo decirte algunas cosas — me recargo en el respaldo de mi silla
—Estoy a sus ordenes — no me mira
—Trevor será mi mano derecha, tu estarás conmigo en todo momento en lo que el se hace cargo de la seguridad de mi mujer — recalco las últimas palabras — tu lo ayudaras en lo que necesite y así seguiremos
—Como usted ordene — confirma
Hace el intento por salir de mi oficina
—No he dicho que te puedes ir — lo miro feo — aun me queda decirte algo mas, es una pequeña advertencia
Pone sus manos en la espalda, pero esta vez me sostiene la mirada, se que se molesto por haberlo bajado de rango.
—No te quiero cerca de mi mujer, no se de que tretas te hayas valido para llevarla a mi lado — me levanto para servirme un trago — pero te quiero lejos de ella
—Asi lo hare, no tiene de que preocuparse — oigo un poco de duda en sus palabras
—Sabes lo que le hago a la gente que me traiciona, eres testigo de ello — si, lo estoy amenazando — ahora, largo
Sale de mi oficina, poco después entra Trevor para que le de instrucciones, cuando todo está dicho, se va a Sussex.
—Comunicame a mi casa — le grito a la secretaría por el teléfono
No espero respuesta, solo aguardo porque el teléfono de mi oficina suene. Cuando lo hace, lo tomo y oigo a Clemencia.
—Residencia de la familia Stud — su voz siempre me calma
—Soy yo — respondo
—Will! — noto la felicidad en su voz — ¿Como estas? ¿Has comido bien?
—Estoy bien ¿Como van las cosas por alla? — pregunto
—Todo muy bien, Aradia ha comido bien — me dice con entusiasmo
