Cap. 84 - Ilusa

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WILLIAM:

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WILLIAM:

Estoy acostado en la cama con mi cabeza apoyada en una almohada mientras miro a Aradia arreglar la maleta.

—Cariño, no te lleves tanta ropa, tengo pensado llevarte de compras — le digo para que se calme

—Está bien — está emocionada, puedo notarlo

Mañana salimos muy temprano, en Nueva York hay muchas tiendas donde comprar — extendí mi mano para que se acercara a mi

Creo que es mejor llevarnos a Alex, nunca me he alejado de él por una semana — se sienta en la cama

Necesitamos un tiempo nosotros solos, Layla lo va a cuidar bien — trato de calmarla

No se si esté a gusto sin mi hijo — sigue replicando

—Ya verás que si, todo estará bien — la abracé

A la mañana siguiente salimos rumbo al aeropuerto, Jason irá con nosotros a Nueva York junto con un chofer.

Tranquila, nuestro hijo estará bien — dejé un beso en su frente

Unas horas después estábamos llegando a Nueva York, Aradia estaba encantada con todo, caminábamos de la mano como un par de enamorados.

Amo estar aquí — dijo emocionada

Subimos al metro porque Aradia no quería perderse ninguna experiencia en la visita a esta ciudad. Cuando llegamos al hotel, estaba Jason esperándonos con las maletas.

—Ya hay una habitación reservada para ti y el chofer — le indiqué cuando se acercó a mi — ahora iremos a descansar y mañana te llamo

Asintió y caminó detrás de nosotros.

Subimos al elevador, reservé una suite muy linda que da una vista hermosa de la ciudad, las luces comenzaban a encenderse y era hermoso.

Mira esto! — Aradia estaba muy emocionada

La abrace por la espalda y juntos contemplamos la vista, llamamos a Layla para saber cómo está nuestro hijo y todo marcha bien.

Ya que te cercioraste que nuestro hijo está en perfecto estado, tengo una petición para ti — tomé sus manos

¿Qué pasa? Matrimonio no es, porque eso ya lo hicimos — se reía

Nunca está de más una segunda boda — acarície su mejilla — pero no es eso, al menos no por ahora

¿Qué quieres pedirme? — cuestionó

Se que no estábamos en la habitación del sado, como tú le llamas... pero me gustaría traer un poco de esa práctica a esta noche — la mire

Viviendo con el enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora