Cap. 55 - Urracas

174 36 61
                                    

WILLIAM:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

WILLIAM:

Regresé al salón, todo el mundo estaba muy divertido. Baile con Aradia y todo a nuestro alrededor desaparecía, tomé algunos tragos, me sentía muy bien.

Amo bailar — dijo muy feliz

Y yo te amo a ti — la abrace y la pegue a mi

Páramos un poco para que descansara, las viejas estiradas nos veían. Fui por un vaso con agua para mi esposa y cuando regresé pude oír lo que decían.

Es tan insignificante, no se que le ve William — dijo una de ellas

Rachel es mil veces más linda que ella — parecían guacamayas

Es obvio que está con él por el dinero ¿No notaron que está embarazada? — se reían

¿Podrían contarme el chiste? Para reírme con ustedes, malditas urracas — las interrumpi

Will, no queríamos... — comenzó a disculparse una de ellas

Me importa una mierda lo que querían, si vuelven a hablar mal de mi esposa — recalque esas últimas palabras — haré que sus esposos se vayan a la ruina, para poder contratarlas como sirvientas en mi casa

Se quedaron calladas y caminé al lado de mi mujer.

Gracias — me sonrió

Bebió el agua casi de un trago y nos sentamos por un momento.

Atención! Es hora de cantar feliz cumpleaños a nuestro querido Douglas! — el presentador estaba muy animado

Todos los presentes se fueron acercando al centro del salón, salieron unos meseros con un enorme pastel de chocolate con muchas velas.

Aradia tenía la boca abierta, casi se quería aventar al pastel.

Tranquila — la abrace por la espalda

Puse mis manos en su vientre y senti como el bebé se movía.

Se ve delicioso! — aplaudió bajito

Comenzaron a cantar feliz cumpleaños, al lado de Douglas estaban Randall y Rachel, siempre se ha hecho cargo de sus hijos porque su madre murió cuando eran niños.

Rato después, comenzaron a repartir el pastel, Aradia casi quería llorar con cada bocado.

Te vas a ahogar — me rei

Pruébalo! — me daba la cuchara en la boca

No me gusta el pastel de chocolate — me negué

Entonces me comeré tu pedazo — se encogió de hombros

Más noche te haré que bajes todas las calorías de ese pastel — dije en su oreja

Viviendo con el enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora