Cap. 59 - Decepción

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Veo que sube rápido, voy a la cocina para revisar que todo esté listo. una de las chicas del servicio me pregunta si comienza a servir.

No, ire a ver porque mi esposo tarda tanto — me levanto con dificultad

Mi pancita hace mis movimientos mas lentos, subo a la habitación, entro con mucho cuidado para que no me escuche.

Está inyectándose

¿Qué haces? — entro al baño

—Lárgate de aquí! — trata de ocultar todo

¿Porque estas inyectandote? — las lágrimas se arremolinan en mis ojos

El me miraba, se que no tenía excusa pero cuando iba a reclamar, una fuerte punzada me hace doblarme

¿Estás bien? — rápidamente se acerca a mi

¿Dime porque haces eso? — lloriquee

Te prometo que es la última vez — me calmaba

Me ayudó para salir del baño, pero otra punzada se hizo presente.

Creo que debemos ir al hospital — me cargó y comenzó a gritar órdenes

Clemencia venía detrás de nosotros con la maleta, hasta Jason se veía asustado. Me subió a la camioneta, el chofer conducía rápido y llegamos al hospital en un tiempo récord.

—Traigan una maldita silla de ruedas!— gritó en cuanto entramos

Señor, tranquilo — le dijo una de las enfermeras

Quiero la mejor habitación para mi esposa y llamen a la doctora Claire! — no dejaba de gritar

Me llevaron a una habitación y la doctora Claire llego a los pocos minutos.

Te van a preparar, estás en trabajo de parto — me explicaba después de revisarme — Señor Stud, le pido que deje de gritar y mandar, este es un hospital, no su empresa

William le hizo mala cara pero no dijo nada.

En un rato más te pondremos un poco de anestesia — me dijo la doctora

Gracias— sonreí

Salió de la habitación, noté como poco a poco las punzadas eran más dolorosas, tenía sentimientos encontrados por todo esto. Quería que mi bebé naciera para tenerlo conmigo, pero muy en el fondo sé que es el quien me mantiene a salvo.

Después de ver que Will se inyecta entiendo el porqué de su mal humor, tengo miedo que en cuanto nazca el bebé, se vuelva mas agresivo.

Deja de dar vueltas, me pones nerviosa — me queje

Viviendo con el enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora