Cap. 40 - Event

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WILLIAM:

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WILLIAM:

Eran las cinco de la tarde cuando salí de la oficina, en cuanto subí a la camioneta cheque el celular de Aradia, nada extraordinario.

Mensajes con su amiga Sofía, con Layla y eso era todo, pero me salieron algunas búsquedas que hizo en internet.

Síndrome de Estocolmo

Seguramente Layla le dijo algo, sobé el puente de mi nariz, no quería estresarme mas de lo que ya estaba, solo quería llegar a casa, ver a mi mujer y tener la paz que he añorado desde que me voy de su lado.

—Ya llegue! — dije alto para que me escuchara

Te extrañe! — grito desde la habitación

Me reí y fui a su lado

Estoy en el vestidor! Pero no entres, quiero que sea sorpresa — dijo detrás de la puerta — tu ropa está sobre la cama

Me esta cansando esa mierda de que me des ordenes — me queje

Fui a darme un baño, trate de relajarme y tuve que masturbarme, Aradia no iba a querer follar conmigo si ya se había arreglado.

¿Todavía no estas lista? — dije cuando toque la puerta del vestidor

Ya estoy! — escuche la felicidad en su voz

Entonces ya debes salir, se nos hace tarde — mire mi reloj

Escuche que la puerta se abría, salió con un vestido verde, que junto con lo blanco de su piel, la hacía lucir mas hermosa que nunca.

¿Puede haber alguna mujer que te llegue a los talones? — me acerque a ella

¿Te gusta? — dio una vuelta

Me encanta! Ya quiero hacerte mia con ese vestido puesto — le di unos pequeños besos en el cuello — El vestido de novia debe ser espectacular para superar esto

La tome de la mano para darle una vuelta y admirarla

Vámonos ya ¿No me estabas carrereando? — tomo un pequeño bolso y puso su celular

Te dije que dejes ese tonito o te voy a castigar, hace mucho que quiero ir a mi lugar favorito — senti que se tensó

Todavía no esta listo — sonrio

Eso lo veremos! — le di una ligera nalgada

Salimos tomados de la mano, subimos a la camioneta, Jason y Trevor venían en la camioneta de atrás, veinte minutos después llegamos. Había mucha prensa, para todo el mundo, este es un evento de empresarios.

Si supieran que todos tenemos negocios turbios, no nos harían tanta fanfarria.

Will— escuche que me llamaban

Viviendo con el enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora