Cap. 80 - Always

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WILLIAM:

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WILLIAM:

🔞

Terminé de desnudarme, me puse sobre ella, daba besos y ligeras mordidas por su mandíbula, sus gemidos llenos de pasión inundaban la sala.

Admiraba la sensualidad del cuerpo de mi esposa, la pasión desbordaba por cada poro de su piel, era como si no nos hubiéramos dejado un solo dia, ese deseo seguia latente entre nosotros.

Baje mi mano para masajear su intimidad, estaba tan húmeda que no pensaba con claridad, lo único que deseaba era hundirme en ella, en su vagina palpitante y húmeda, necesito que me rodee con su calor.

Hace tanto que no tengo sexo que sentía que en cualquier momento me iba a correr, tan solo tenerla así, tan magnifica, jadeante, sudorosa y excitada... con su piel roja por mis besos. Si pudiera grabarme una imagen de Aradia, me grabaria esta, no hay nada mejor que complacer a mi mujer.

Eres todo un placer para mis ojos, he pasado tanto tiempo sin ti... — tomé sus pechos en mis manos, sus pezones entre mis dedos para apretarlos y succionarlos a mi gusto

No dijo nada, bajo su mano para tomarme, comenzó a mover su mano por toda mi longitud, quería decirle que parara, quería poder sentirla en todas partes. Pero no lo hice, dejé que me masturbara mientras me encargaba de sus pechos, arqueo la espalda cuando se corrió y yo estaba complacido.

Dios! — gimió contra un cojín

No tardó nada en tomarme de nueva cuenta, seguia masturbandome, palpe su humedad y llevé mis dedos a su boca. Los chupo con gusto, sus ojos se concentraron en los mios.

Me estas torturando — dije cuando gire mi vista a mi miembro

Esa es la idea — mordió mi hombro y aumentaba los movimientos de su mano

La tomé de la cintura, asi entenderia que era lo que queria, ella coloco mi miembro en su vagina, primero se encargó de esparcir sus fluidos con una suave fricción, me estaba volviendo loco.

Seguía, no pensaba detenerse... arriba, abajo... así, una y otra vez. Sentí que me corria, apreté los dientes para poder contenerme.

Me embrujaste — la tomé de la nuca, metí mis dedos en su cabello para intensificar el beso — dejame saborearte, dame mas de eso que me hace estar loco por ti

Hazlo — gimió

Descendí por su cuello y su pecho dándole pequeños besos, algunas veces succionaba un poco, se que mañana tendrá marcas y sabrá que solo es mia. Cuando por fin llegué a su vagina pase mi lengua, quería beberme todos sus deliciosos jugos.

Mis dedos estimulaban su clítoris, se retorcía ante mi toque, se que eso no cambiara jamas. La penetré con mi lengua y con mis dedos, senti como apretaba su interior ante el inminente orgasmo.

Viviendo con el enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora