SOY SUYO

6. Alfa

Luego que comimos, empezamos a conversar. Xder no es un presumido como he escuchado a muchos, habla sobre sus amigos y se nota que se quieren mucho.

— ¿Tus padres? — pregunto luego que nos trajeran otra ribas de cervezas.

— ¿Qué quieres saber sobre ellos? — me .pregunta y me dio la impresión de que evade la pregunta, no quiero ser impertinente.

— No... nada, solo preguntaba — dije apenada. Y tomé de mi cerveza.

— ¿No conoces a mis padres? — dijo sonriendo — la mayoría de los que me pregunta es porque los conocen.

— ¿Son famosos o algo? — digo y él vuelve a reír.

— Si, se podría decir que son famosos — suspira. — Mi padre es cirujano y mi madre es empresaria,diseñadora de modas.

— Ah ok — digo — mi madre solo es ama de casa y mi padre tiene una tienda de herramientas de ferretería.

Digo para entrar en la conversación.

— ¿Dónde te tenían? — pregunta y no le entiendo, frunzo el ceño. — quiero decir..— mira hacia otro lado donde están el resto de sus amigos y luego me mira, su expresión es de nerviosismo — ¿donde vivías?

Iba hablar pero uno de sus amigos viene hasta nosotros corriendo y él se levanta.

— ¿Qué pasa Greg? — le dice y el pelirrojo me mira y se acerca a él, le habla al oído y luego Xder me mira,

— Bien, bien, ve tú mientras yo termino aquí — le dice y Greg se va inclinando la cabeza cuando me mira.

Se voltea hacia mi.

— Vamos a mostrarte la casa — me estira la mano y yo la tomo, me ayuda a levanta y nos miramos por un segundo. — será rápido debo hacer algo.

Me tomó de la mano y lo escucho dandole ordenes a las chicas para que todo este en orden esa noche, no sé de que hablan pero varias se quejan y el solo las mira, las miradas de ellas es distinta.

Al volver a la sala hay otros dos chicos uno de ellos sin camisa, su piel brilla por el sudor.

— ¿Cuántas veces les digo que no se sientan en el sofá cuando vengan de hacer ejercicios? — se queja Xder y los dos chicos me miran y luego a él.

— Lo siento, venia cansado y....

— ¡Me importa un carajo! — responde molesto, lo se porque aprieta mi mano — parecen niños. — masculla jalando hasta un pasillo.

— Lo siento Alfa — dice uno y yo lo miro.

¿Dijo Alfa?

¿Llamó a Xder, Alfa?

Lo escuche bien.

— Este pasillo da hacia unas habitaciones, de las chicas — me muestra un pasillo por detrás de la escalera — aquí —, me muestra una puerta de madera hermosa y elegante, la abre, es una oficina — aquí trabajo cuando estoy en la casa — entró al lugar.

Estantes con libros, unos retratos que me hacen pensar que era su familia.

— Mis padres — dice cuando miro el retrato de una mujer pelinegra, alta y con mucha elegancia al lado de un hombre rubio de ojos grises.

— Te pareces a tu madre — le digo y ríe.

— Todos los dicen, mis hermanos al contrario son igual que papá — me muestra otra donde están sus padres con dos chicos y una chica, pude reconocer a andar porque era el más pequeño de los tres.

— ¿Eres el menor? — pregunto al acercarme más a la imagen.

— Si, de hecho, el único que dejó... su casa — sonríe y va hacia el escritorio, yo sigo mirando las imágenes de mucha gente, parece que su familia es numerosa, y todos extremadamente guapos, son como modelos de revistas.

Volteo a verlo, estaba presente en una laptop y camino hasta fijarse en una escultura de un lobo, trato de tomarla y pesa mucho.

— Un regalo de mi padre — dice, tecleando algo en su computador — es de bronce, bonita ¿cierto?

— Y pesa — digo y río, él me mira y la deja en su lugar.

Su mirada es profunda y me incomoda.

— Te muestro el resto de la casa — dice y me hace salir.

Subimos las escaleras y miro que están divididas en dos, me jala hacia la derecha.

— ¿Qué hay ahí? — pregunto hacia el otro lado.

— Mi habitación — dice cuando estábamos en el umbral, — luego te la muestro.

Su voz ronca, se caló en mi interior.