Aude Lois Grameth, estaba emocionada realizando su sueño y el de sus padres, ir a la universidad para ser una abogada prestigiosa.
Xder Fleming, es el más joven de los Alfas y estaba seguro que alguien quería que perdiera su manada.
El era el Alfa...
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"Mientras corra más rápido para huir de tu destino este te golpeara, mucho más fuerte."
Las palabras que siempre me dice mi madre, quien no es una bruja como yo, no ella no lo es, pero sabe muy bien lo que soy, aunque ella no me tuvo en realidad es la mujer que me ha enseñado todo lo que soy: una bruja muy poderosa con un destino trágico. Siempre lo supe, mi vida sería arrebatada por un lobo, o más bien un monstruo lobo.
Soy de las pocas de mi especie que ve el futuro, soy vidente.
Clarividencia, transformación, leer la mente de los demás, manipular sus impulsos, cada uno de nosotros estamos equipados con un gran poder dado por nuestra madre, la tierra. Poseemos los poderes y agradecemos por ellos. Cada día debemos alimentar a nuestra madre. Nos preocupamos por la vegetación, el agua que fluye en los ríos, los mares, cuidamos el hogar que nuestra madre nos da.
Cuando dije que Clarisa no era mi madre, es eso, ella no me tuvo en su vientre, no me parió pero si me consiguió entre los árboles. Nací de mi madre Tierra y fui entrenada a una cuidadora, madre postiza o como le quieran decir, así se le llama a una humana que es preparada por los brujos mayores y en el momento cuando ya están preparadas de cuidar de nosotros: LOS BRUJOS, aparecemos.
El destino, cada uno está en este lugar para cumplir su labor.
Somos, piel, sangre y hueso como un humano, nuestra vida está limitada, pero nuestro espíritu mágico es poderoso, nacemos con marcas en nuestras extremidades y es ahí que está nuestro poder.
Nos enseñan a ser lo que somos, y la Universidad del Sur (UCS) es un lugar completo y mágico, aunque hay algunos humanos, todos somos seres mágicos e inmortales, como los lobos.
Desde que pise el campus lo sabía, aquí encontraría mi muerte, pero no tenia idea de cuándo ocurriría, mientras mi cabeza se llamaba de imágenes de la manada de La luna Nueva, sabía que aquí encontraría mi destino con ellos, pero nunca me aceptarían. Lo sabía y era duro, porque cada día me sentía más unida a ellos, sería esa parte que los protegería.
Mi muerte sería importante para ellos, pero no solo mi muerte, si no la el, mi lobo.
Ese día corro porque como una tonta descuidada había dejado en el salón de artes mi block de dibujo, ese que nadie debía ver, en el que plasmo todo lo de los lobos, en mi casa tengo otros dos, mamá los cuida con celo, ella también sabe lo que me pasara, y no estamos tristes, solo que no pensé que esa estúpida tarde me tropezara con él.
Me meto entre los jardines, los árboles y las plantas me da el paso que necesito para ser aún más rápida, pero mi larga falda no me lo permite, así que debo enrollarla en mis caderas y correr.
La luz del sol brillaba entre las hojas y cuando me dan paso iluminaba con un resplandor único. Debía saberlo, pero los nervios de que alguien supiera mi verdad, me aterraba.
