69. Manada Nueva Generación de la Luna

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Xder

Estoy tan perturbado, aturdido, mi cabeza se siente pesada como si fuera de plomo, mi extremidades no reaccionan a mis ordenes, y no entiendo lo que sucede, todo a mi alrededor es como un extraño sueño.

Si, eso es Xder, es solo un sueño y al despertar solo miraras a al ser que mas amas en este mundo, Audi, mi Audi.

Siento que mi cuerpo se mueve pero no se si soy o es alguien que lo hace.

— Pronto acaba tu agonía hermanos — la voz de Eliot retumba en mis oídos como si me gritara y me tenso por completo.

— ¡Vamos suegrito! — escucho con ecos la voz de Jharla, — ¡ven! que tu nos debes acompañar.

— Prometiste dejarla vivir — mi padre parece que suplicara y de repente mi olfato se llena de un olor extraño, sangre, pero combinada del olor de mi madre.

— No debes confiar en alguien que se burlo de la muerte — dice ella con burla.

No se que le paso a la Jharla, no es la misma que creció y luchó junto a mi por la manada que ahora es fuerte y poderosa, se supone que es nuestras, es nuestra familia.

Mi manada, pienso con nosología, los chicos y las chicas que confiaron en mi, que protegí, porque ahora pienso en cada uno de ellos, por mi mente perturbada solo aparecen las imágenes de cada uno de sus rostros de la manera en que llegaron a mi: angustiados, muchos sangrando y otros casi muertos, confiaron en mí y debo levantarme y protegerlo, no los puedo defraudar.

Entonces un fuerte dolor en mi cabeza hace que todo mi cuerpo se tense.

— ¡Basta Xder! te harás daño — la voz de Jharla me llega y trató de mover, pero un fuerte golpe hace que mi cabeza duela mucho mas y caiga de una lado.

— No se te ocurra otra vez mirarla — Eliot gruñe, puedo sentirlo cerca, el me lleva arrastrado hasta las afueras de la mansión.

De repente escuchó gritos y un chillido de una animal cuando esta siendo torturado.

Mi madre.

— Fue mejor que saliéramos, no estaba bien que nuestra madre nos viera mientras muere — habla Eliot y siento como me tira hacia el suelo, mi cuerpo golpe las piedras que adornan la entrada de casa en la que crecí y en la cual me fue un día, siendo demasiado joven para hacer una manada.

Un sueño, que ahora siento que perderé.

Debo luchar.

Trato de levantarme otra vez y mi cuerpo se tensa, es como si pequeñas descargas eléctricas controlan todo en mi.

No puedo pensar con claridad, pero estoy seguro que lo que me tiene así es el maldito collar que me puso Jharla, igual que mi padre y mi madre, nos controla, nos mantienen lejos de la realidad.

— Eliot, bebé. ven. Que el estúpido de tu padre se puso difícil — escucho la voz chillona de Jharla, no se desde cuando la siento tan molesta en mis oídos.

— ¡Voy, cariño!, No entiendo porque no la obedecen y hacen todo más difícil — se queja Eliot mientras siento que golpea mi costado, pero no duele, no siento nada en mi cuerpo.

En el momento en que me dejan solo, quiero levantarme y aunque mi cuerpo se tensa y mi cabeza está aún como si estuvieran dentro de un caja vacía, lo logró, pero no se que pasa, de repente siento que todas mis extremidades se tensan, que duele demasiado y no puedo soportarlo.

¡Maldición Drak! — hablo entre mis pensamientos confundidos, porque no se donde esta mi lobo, parece que está completamente dormido o muy lejos de aquí.

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